LUIS SALAZAR
El ambiente entre Panamá y Jamaica es completamente diferente: en el país centroamericano viven con intensidad el futbol y en especial, el partido ante México, el cual es el más esperado del Hexagonal. Todo lo opuesto a Jamaica donde el Tri, salvo el día del partido, pasó desapercibido.
En Panamá todos sus aficionados hablan del juego. Desde los empleados de las aerolíneas, los taxistas, los que trabajan en los hoteles, la gente que camina por la calle.
Incluso, el aterrizaje del avión donde viajaban los jugadores de la Selección Mexicana fue televisado en vivo. La expectación por el partido provocó que los boletos se agotaran sin problemas en las taquillas.
Los panameños coinciden que por primera vez en su historia tienen posibilidades reales de clasificar a un Mundial. El hecho de que nunca su país haya jugado una Copa del Mundo los motiva a apoyar a esta Selección.
"Aquí la gente está emocionada porque, como nunca hemos ido a un Mundial, lo más importante es ganarle a México”, explica Alejandro, un empleado del aeropuerto internacional Tocumen, de la ciudad de Panamá.
Panamá tiene cinco puntos en tres juegos y una diferencia de más tres goles. Es el segundo lugar del Hexagonal debajo de México, quien tiene seis unidades pero un partido más.
"La euforia es alta porque si Panamá le gana a México puede tener medio boleto al Mundial. Hay mucha expectación”, dice Jorge, un empleado de un hotel la zona turística de la ciudad.
Los panameños coinciden en que la expectación que ha generado el partido es tal que todos intentarán llegar cuatro o cinco horas antes al Estadio Rommel Fernández porque las calles son insuficientes para la cantidad de personas que acudirán al mismo tiempo, lo que provocará un intenso tráfico.
Tras vencer a Jamaica en su casa, México se mete a un país y ante un equipo motivado en que pueden lograr la hazaña de clasificar a un Mundial, lo que provoca que sean más complicados de vencer.




