El Barcelona firmó una actuación memorable al golear 4-0 al Real Madrid en la Jornada 11 de la Liga F, un resultado que no solo les otorgó tres puntos vitales, sino que también representó una contundente revancha. Las blaugranas vengaron la derrota de la temporada pasada, cuando las merengues sorprendieron con un 3-1 que cortó una racha de 18 victorias consecutivas de las catalanas.
Dominio del Barcelona
Desde los primeros minutos el partido prometía emociones. Aunque el marcador final sugiere dominio absoluto del Barça, el Real Madrid tuvo oportunidades claras para cambiar la historia, especialmente en el primer tiempo. Un gol anulado a Caroline Weir y un disparo al poste de Linda Caicedo mantuvieron viva la esperanza blanca en los momentos iniciales.
Sin embargo, la contundencia azulgrana emergió pronto. Ewa Pajor se convirtió en la figura del primer tiempo al firmar un doblete que marcó el rumbo del encuentro. Claudia Pina y Caroline Graham fueron las encargadas de asistir a la delantera polaca, quien incluso vio cómo le anulaban otras dos anotaciones en un primer lapso de intensa actividad ofensiva.
¿Pudo el Real Madrid evitar la goleada en el Clásico?
El equipo merengue tuvo una última oportunidad para cambiar el ritmo del partido antes del descanso: un penal que pudo haber significado el 2-1. Sin embargo, Cata Coll se vistió de heroína y atajó el disparo de Caroline Weir, quien no logró concretar la falta cometida sobre Athenea del Castillo. Ese momento terminó siendo un punto de quiebre emocional para ambos conjuntos.
Para la segunda mitad, el Barcelona ajustó líneas y aprovechó los espacios que el Real Madrid comenzó a dejar con el objetivo de buscar una remontada. Las transiciones rápidas de las catalanas se convirtieron en un dolor de cabeza para la defensa blanca, que no encontró la forma de contener la velocidad y precisión rivales.
Sydney Schertenleib amplió la ventaja con un gol que evidenció la desconexión defensiva del equipo merengue, mientras que Aitana Bonmatí puso el 4-0 definitivo con una definición de categoría, reafirmando su rol como una de las jugadoras más determinantes del mundo.
El tramo final del partido fue un monólogo azulgrana, con el Barça circulando el balón a placer y el Real Madrid intentando minimizar daños. La superioridad física, técnica y táctica de las catalanas quedó claramente reflejada en el césped.
Con este resultado, el Barcelona no solo se afianza en lo más alto de la Liga F, sino que envía un mensaje contundente a sus rivales: su hegemonía en el fútbol femenino español está lejos de terminar.
