El Estadio La Cartuja se convierte en el epicentro del futbol europeo cuando España recibe a Turquía en la sexta y última jornada de las Eliminatorias UEFA rumbo al Mundial 2026. La selección dirigida por Luis de la Fuente llega con el objetivo claro: ganar, convencer y cerrar la fase invicta ante su afición. En un grupo que ha dominado de principio a fin, la Furia Roja sabe que depende únicamente de sí misma para confirmar el boleto directo.
El ambiente en Sevilla es de confianza total tras el contundente 4-0 sobre Georgia, una exhibición que reactivó las ilusiones del público español y dejó claro que el equipo está en un estado de forma ascendente. La propuesta basada en posesión, presión sostenida y circulación constante del balón vuelve a lucir afinada, incluso ante la ausencia de Pedri, una de las figuras del partido de ida pero ahora fuera por lesión.
Turquía, por su parte, llega con la misión más complicada de la jornada: no solo necesita ganar, sino hacerlo por una diferencia de siete goles para arrebatarle el primer puesto a España, una hazaña que ningún analista considera realista. Aun así, las Estrellas Crecientes tienen argumentos para competir, pues vienen de vencer 2-0 a Bulgaria y mostrar un crecimiento en su funcionamiento colectivo.
El antecedente más reciente entre ambas selecciones, sin embargo, es una losa pesada para los turcos. El 7 de septiembre, en Estambul, España firmó un histórico 6-0 con doblete de Pedri y dos goles de Mikel Merino. Aquel resultado dejó heridas profundas en el equipo otomano, que ahora busca revancha, aunque consciente de que el contexto es completamente diferente y mucho más exigente.
La Cartuja se prepara para la fiesta final
La expectación en Sevilla es enorme, con entradas prácticamente agotadas y un ambiente de celebración contenida. Los aficionados esperan un partido dominante de la Roja, que podría coronar su clasificación con una nueva exhibición en casa. En redes sociales, la conversación se centra en cerrar el grupo con pleno de victorias y en el nivel sobresaliente de varios jóvenes que han tomado protagonismo.
Turquía no renuncia a competir y pretende incomodar con intensidad y transiciones rápidas, dos aspectos donde suele mostrarse más peligrosa. Sin embargo, su principal reto será resistir la presión alta española y evitar que los locales marquen temprano, algo que ya les pasó factura en el duelo anterior. Su técnico ha insistido en “jugar sin miedo”, una frase que la afición turca repite como mantra en la previa.
