Aún no llega el Mundial del 2026 pero ya conocemos en donde será la Gran Final de la Copa del Mundo 2030. El Estadio Santiago Bernabéu, casa del Real Madrid, será testigo de su segunda Final del juego más grande del balompié mundial; uniéndose a otras catedrales como el Estadio Azteca.
Pese a que varios países han sido anfitriones en más de una ocasión, solo tres estadios -cuatro con el Bernabéu- albergaron en dos ocasiones la Final de la Copa del Mundo. Países con gran tradición pambolera hicieron de sus recintos unas auténticas catedrales o sucursales de la locura.
Estadio Azteca
El primero en conseguirlo y el que vio a dos estrellas pasar a la eternidad en ese césped sagrado. En México 1970, la mejor Selección Brasileña de toda la historia se consagró ante Italia con un marcador de 4-1. Comandados por Pelé, Jairzinho, Tostão, entre otros, Brasil logró una hazaña épica.
Casi dos décadas después, el mundo del futbol volvió a poner la mira en el Coloso de Santa Úrsula. Ahora, el turno fue para Argentina de la mano de Diego Armando Maradona, que con la ayuda de Burruchaga, Brown y Valdano en la Final, derrotaron a Alemania Federal. 'D10S' se consagró y escribió su historia con letras doradas en la Copa del Mundo de 1986.
Estadio Olímpico de Berlín
Alemania entra a este listado con el Estadio Olímpico de Berlín, uno de los recintos más importantes del país germano. La primera Final que presenció este coloso con capacidad para más de 70 almas, fue en 1974. Franz Beckenbauer venció aquel día a la Naranja Mecánica de Johan Cruyff, pero volvieron ese juego un clásico para la posteridad.
En el nuevo milenio, la capital alemana volvió a estremecerse con una final en el Estadio Olímpico. Francia e Italia protagonizaron una disputa por el título que tuvo todo, entre eso una de las últimas grandes alegrías de la Nazionale, y la amarga despedida de un genio como Zinedine Zidane.
Estadio de Maracaná
La última catedral que se unió, fue uno de los recintos más grandes de Latinoamérica en su momento. Río de Janeiro cuenta con un coloso de la magnitud del Cristo Redentor, el Estadio de Maracaná.
Ambos traen un recuerdo amargo para el pueblo brasileño, el primero en 1950, el día que Ghiggia y Schiaffino silenciaron Maracaná; y 64 años después Brasil no pudo llegar a su Final y vio cómo Argentina perdió ante Alemania.
