La Primera División Argentina se despidió de uno de sus clubes históricos: Godoy Cruz. El conjunto mendocino no pudo mantener la categoría y consumó su descenso después de 17 años consecutivos en la máxima competencia del futbol argentino. La caída también involucró a un futbolista mexicano y a varios exjugadores de Cruz Azul que formaron parte del plantel en 2025.
Luca Martínez Dupuy, delantero mexicano oriundo de San Luis Potosí, fue uno de los jugadores afectados por el descenso. Tras destacar como habitual en las selecciones juveniles de México durante su etapa con Rosario Central, su protagonismo disminuyó después de su traspaso al Expreso. Aun así, logró debutar con la Selección Mayor en un amistoso frente a Bolivia bajo la dirección de Jaime Lozano.
¿Cómo se consumó el descenso de Godoy Cruz?
Godoy Cruz quedó condenado tras empatar frente a Riestra en la última jornada del torneo. Ese resultado lo dejó en el último lugar de la Tabla Anual de la Liga Argentina, posición que selló su descenso después de una temporada irregular y llena de complicaciones.
Además de Dupuy, otros futbolistas con pasado en el futbol mexicano también vivieron la caída del club mendocino. En 2025, Godoy Cruz reunió a tres exjugadores de Cruz Azul: Juan Escobar, Walter Montoya y Guillermo “Pol” Fernández, todos campeones con La Máquina en 2021. Su llegada tenía como objetivo recuperar ritmo y continuidad, integrándose a un plantel con experiencia en competencias importantes.
Escobar y Fernández fueron titulares en el encuentro decisivo de la última fecha, mientras que Montoya permaneció en la banca. A pesar de su participación constante durante la temporada, ninguno de ellos pudo revertir el destino del equipo ni evitar el descenso.
El impacto del descenso
El impacto de esta baja de categoría no solo afecta a la institución, sino también al grupo de futbolistas con trayectoria internacional que apostaron por el proyecto mendocino. Ahora, el club tendrá que replantear su futuro en la categoría de ascenso y reconstruir un plantel competitivo para buscar el regreso a Primera División.
La afición del Tomba también se vio profundamente golpeada por el desenlace de la campaña. Tras casi dos décadas en Primera, el descenso representa un duro golpe emocional y deportivo para una comunidad que acompañó al equipo en sus mejores momentos y que ahora enfrenta el reto de apoyar un nuevo proceso desde la división de ascenso.
