Ignacio 'Nacho' Ambriz vivió uno de los momentos más emotivos de su carrera la noche de su investidura en el Salón de la Fama del Futbol Internacional en Pachuca. El actual Director Técnico del Club León no pudo contener las lágrimas durante su discurso de agradecimiento, conmoviendo a los presentes y marcando un instante de profunda sinceridad.
Emoción a flor de piel
El estratega mexicano, reconocido por su trayectoria como jugador y entrenador, se mostró visiblemente quebrado al tomar el micrófono, haciendo un esfuerzo por mantener la compostura mientras compartía sus palabras.
"Agradecer a Grupo Pachuca, al Salón de la Fama, a los periodistas que votaron por mí... a mis entrenadores que me ayudaron a crecer como persona, a los clubes que me permitieron formar parte de ellos y a mis compañeros que me ayudaron a saber competir, a saber ganar y a saber lo que significa jugar al futbol", expresó Ambriz con la voz entrecortada, reconociendo el impacto de cada persona en su vida profesional.
Agradecimiento especial a su padre
Uno de los momentos cumbre de su discurso fue la mención especial a sus padres, haciendo un emotivo tributo a su figura paterna, quien lamentablemente ya no se encuentra con vida.
"Una mención muy especial para mi padre, el que me enseñó a ser un hombre respetuoso, trabajador y honesto. Hoy no está conmigo, pero sé que donde esté, estará contento de lo que yo he realizado", dijo el DT, un pasaje que resonó profundamente en el auditorio y explicó la intensidad de su emoción. Su reconocimiento también se extendió a su madre, pieza clave en su formación.
Futbol: una pasión y no un trabajo
Para concluir, Ambriz compartió una frase que resume su filosofía de vida y su relación con el deporte que lo ha llevado a ser inmortalizado.
"Ama lo que haces y nunca trabajarás", sentenció, dejando claro que el futbol ha sido, más que una profesión, una verdadera pasión que le ha permitido alcanzar el máximo honor en el recinto hidalguense.
