La Selección Mexicana continúa con su preparación rumbo a la Copa del Mundo y, aunque ya no tiene partidos en este 2025, ya tienen en la mira uno de sus siguientes encuentros el cual será ante la Portugal de Cristiano Ronaldo en lo que será la reinauguración del Estadio Azteca (ahora estadio Banorte).
La ilusión de miles de aficionados por asistir al partido amistoso entre el Tri y la Selección Lusitana quedó rota en cuestión de minutos. El encuentro, que se disputará en marzo del próximo año, puso a la venta menos de una cuarta parte de su aforo total, dejando a gran parte del público sin posibilidad de adquirir entradas.
La venta de boletos comenzó el 11 de diciembre con una preventa exclusiva para el banco patrocinador del estadio, aunque el proceso no se desarrolló conforme a lo previsto. El primer día vio un claro improvisto y tuvo que ser reprogramada para otro día. Aun así, en la segunda preventa, hasta un millón de aficionados buscaron su boleto para el partido.
Preventa limitada
De acuerdo con información de ESPN, la boletera Fanki, encargada de la comercialización, presentó problemas técnicos que obligaron a posponer la preventa para el 12 de diciembre. En esa primera ventana únicamente se vendieron 16 mil 753 boletos, una cifra considerablemente menor al aforo total disponible para el evento.
Un día después, el 13 de diciembre, se abrió la venta general al público. Sin embargo, según los datos obtenidos, solo se pusieron a disposición 2 mil 740 entradas adicionales. La alta demanda provocó que en cuestión de minutos la plataforma anunciara en sus redes sociales el mensaje de “Boletos agotados”, generando sorpresa y confusión entre los aficionados.
¿Dónde quedó el resto del aforo?
En total, apenas 19 mil 493 boletos fueron ofrecidos al público de un total de 85 mil, lo que representa menos del 25 por ciento de la capacidad del estadio. A esta cifra se suman 14 mil 300 entradas correspondientes a plateas y palcos, lo que da un total de 33 mil 794 boletos comprometidos.
Esto significa que 51 mil 206 entradas quedaron en manos de los organizadores, destinadas a cumplir acuerdos comerciales, compromisos institucionales y otros espacios previamente asignados. De esta manera, la limitada disponibilidad en la venta abierta explica por qué miles de aficionados se quedaron con las ganas de asistir a uno de los partidos más esperados del calendario de la Selección Mexicana.
