Carlos Hurtado, uno de los promotores más influyentes y controvertidos del futbol mexicano, falleció este lunes 3 de noviembre. Conocido como el "Señor Miami" por residir en Florida, Hurtado fue durante décadas un actor clave —y muchas veces invisible— en la estructura del futbol nacional. Su nombre estuvo ligado a grandes clubes, sobre todo Cruz Azul, y a una red de decisiones que marcaron generaciones enteras.
Aunque nunca ocupó un cargo oficial dentro de la Liga MX, su sombra era alargada. Jugadores, entrenadores y dirigentes lo señalaron por operar en la oscuridad, controlando fichajes y designaciones con solo una llamada telefónica. Francisco Palencia lo describió alguna vez con crudeza: "Él imponía técnicos y fichajes con una llamada".

¿Por qué Carlos Hurtado fue tan polémico?
Durante más de 40 años, Carlos Hurtado fue acusado de manejar “estructuras paralelas” dentro de varios clubes. Su influencia se extendió desde los años 80, cuando comenzó a tejer una red de poder que trascendió generaciones de directivos. Uno de los casos más sonados fue su relación con Cruz Azul, donde ejerció un dominio informal desde la gestión de Guillermo 'Billy' Álvarez Cuevas (1988-2020).
En ese periodo, Hurtado habría intervenido en fichajes y decisiones técnicas clave. Jugadores como Marcelo Tolj, Martín Cauteruccio y Christian Giménez llegaron bajo su gestión como intermediario, con comisiones que, según reportes de Proceso, rondaban entre el 10 y el 15 por ciento por operación. También se le atribuyó la llegada de entrenadores como Enrique Meza y Robert Dante Siboldi, quienes posteriormente fueron removidos cuando su desempeño no coincidía con los intereses del promotor.

Las redes de poder y la opacidad
Diversas investigaciones periodísticas revelaron que Hurtado creó “comités paralelos” dentro de Cruz Azul y otros clubes, estructuras donde se aprobaban contratos y transferencias sin pasar por los canales oficiales. Auditorías internas en 2018 detectaron movimientos financieros no justificados por alrededor de 500 millones de pesos. Aun así, Billy Álvarez siempre negó su influencia: “Es una leyenda urbana, no tiene rol formal”, declaró en su momento.
No obstante, las filtraciones posteriores contradijeron esas palabras. Exdirectivos como Víctor Garcés afirmaron en 2021 que “Hurtado decidía quién entraba y quién salía del club”. Incluso después de la salida de Álvarez por corrupción en 2020, documentos internos mostraron pagos al promotor por hasta 2 millones de dólares anuales entre 2015 y 2019.

Su nombre también apareció en otros clubes. En 2019, el periodista César Huerta reveló en su canal de YouTube que Hurtado “se metía” en Chivas para promover la llegada de un entrenador, aunque Luis Fernando Tena desmintió haber recibido presiones. En los 2000, diferentes dirigentes lo acusaron de “obligar” a clubes a trabajar bajo su órbita, utilizando su red de contactos y su capacidad de negociación internacional.
A lo largo de los años, su figura se volvió sinónimo de poder en la sombra. “En equipos que controla, siempre hay reestructuración: nuevo presidente, jugadores… y Hurtado se frota las manos”, dijo Palencia en una entrevista con Proceso. Esa frase se volvió emblema de la manera en que muchos dentro del futbol lo percibían.





