Para intentar controlar un fenómeno conocido como colapso de colonias que significa la muerte de una gran parte de la población de abejas, investigadores de la Universidad de Harvard creó unos pequeños robots llamados Robobees que son del tamaño de un clip y que siguen rutas preestablecidas.
Estos robots están basados en las moscas más que en las abejas, por lo que imitan la manera en que estos insectos mueven sus alas, alcanzando moverlas hasta 120 veces por segundo.
Las Robobees son sólo un prototipo. Los investigadores esperan tener listos a sus insectos artificiales hasta dentro de diez o quince años, cuando sean autónomos y capaces de polinizar al aire libre cultivos y plantas.





