En sus primeros comentarios un día después que Roger Goodell confirmó su castigo, Tom Brady también negó haber destruido su teléfono celular para evitar que cayera en manos de los investigadores de la Liga.
"Insinuar que destruí mi teléfono para evitar dar a la NFL la información que solicitó es completamente erróneo", dijo el quarterback. "No hay ninguna prueba incriminatoria y esta polémica es fabricada para ocultar el hecho que no tienen ninguna evidencia sobre conducta impropia".
Brady se defendió enérgicamente en una publicación en su página de Facebook, en la que asegura que colaboró con la pesquisa excepto cuando sus acciones hubieran sentado un mal precedente para sus colegas del sindicato de jugadores.
"Respeto la autoridad del Comisionado, pero él también tiene que respetar (el convenio laboral) y mis derechos como un ciudadano privado", escribió Brady. "No permitiré que se imponga un precedente de disciplina injusta para otros jugadores de la NFL sin dar la pelea".
Buena parte de la publicación explica el cambio de celular de Brady, que según Goodell es evidencia de que el quarterback no quería cooperar. Brady dijo que reemplazó un teléfono roto sólo después que sus abogados le dijeron que la liga no podía tenerlo.
"Más importante es que nunca escribí, mensajeé, o mandé correos a nadie en ningún momento, y no se habló sobre nada relacionado con la presión de aire de los balones en el partido por el campeonato de la AFC en enero", escribió.




