La Selección de Costa Rica enfrenta su último partido de la eliminatoria rumbo al Mundial 2026 con posibilidades de clasificar, aunque con un panorama económico poco alentador. Según un estudio de la Universidad Nacional (UNA), el país arriesga pérdidas de entre $85 millones y $120 millones si no logra su boleto a la Copa del Mundo, un impacto que trasciende las canchas y se siente en múltiples sectores económicos.
El impacto directo para el futbol costarricense
El análisis del economista Leiner Vargas, del Cinpe de la UNA, señala que solo en ingresos directos la Federación Costarricense de Futbol dejaría de recibir entre $14 millones y $25 millones. Este monto suma el premio FIFA por clasificar, el apoyo de preparación, los derechos de transmisión y las oportunidades de mercadeo, recursos clave para el funcionamiento deportivo del país.
Bajo el mando del entrenador Miguel Herrera, la Sele necesita estos fondos para sostener procesos competitivos, giras, infraestructura y desarrollo juvenil. Sin la clasificación al Mundial 2026, las prioridades deberán reordenarse y varios proyectos enfrentarían recortes o postergaciones.
¿Qué sectores sufrirían más sin la Sele en el Mundial?
El estudio también identifica efectos indirectos que sumarían entre $50 millones y $70 millones en pérdidas económicas adicionales. Entre ellos destacan una caída en el consumo en comercios, una reducción en la inversión publicitaria y un golpe al turismo y a la imagen país, tres áreas que históricamente se benefician del entusiasmo mundialista.
Cuando Costa Rica clasifica, se genera una cadena de consumo que favorece a grandes empresas y pequeños negocios: ventas de pantallas, alimentos, bebidas, camisetas, reuniones familiares y artículos alusivos. Esta ola de actividad impulsa la economía en todo el territorio y se prolonga durante varias semanas.
Sin Mundial, ese impulso se diluye. Las compras se reducen o se aplazan, las activaciones comerciales bajan su intensidad y el ambiente festivo que dinamiza la economía simplemente no llega. Esto afecta tanto a hogares que gastan menos como a negocios que dependen del movimiento adicional en temporada mundialista.
En conjunto, la ausencia de la Sele en la Copa del Mundo significaría uno de los retrocesos económicos más fuertes asociados al futbol en los últimos años. Los análisis advierten que el país no solo perdería ingresos inmediatos, sino también oportunidades de posicionamiento internacional y de dinamización comercial que aparecen solo cada cuatro años.
