Tiger Woods confirmó en sus redes sociales que se sometió a una cirugía de reemplazo de disco lumbar el viernes, la séptima intervención de espalda de su carrera. La decisión llegó después de varios meses con dolor y falta de movilidad en la zona donde previamente había pasado por microdiscectomías, y tras evaluaciones clínicas que detectaron complicaciones en el segmento L4/L5.
A punto de cumplir 50 años en diciembre, el californiano no compitió este año debido a una lesión en el tendón de Aquiles sufrida en marzo. En su comunicado, explicó que las pruebas revelaron un disco colapsado, fragmentos discales y un conducto vertebral comprometido; por ello optó por el reemplazo, realizado por el Dr. Sheeraz Qureshi en el Hospital for Special Surgery de Nueva York, procedimiento calificado como exitoso por el equipo médico.
Detalles médicos y antecedentes quirúrgicos
Woods relató que, tras consultar a médicos y cirujanos, eligió el reemplazo de disco por considerarlo la mejor vía para recuperar la funcionalidad y aliviar el dolor crónico. El diagnóstico apuntó a deterioro significativo en L4/L5, con compromiso del canal espinal, un cuadro compatible con su historial de sobrecarga y cirugías previas en la zona lumbar.
El reemplazo tiene como objetivo descomprimir estructuras neurales y estabilizar el segmento afectado, con una rehabilitación de varios meses antes de valorar carga de trabajo y posibles retornos. Aunque aún no hay cronograma deportivo, la prioridad inmediata será la recuperación, con controles periódicos para medir la respuesta al implante y la evolución de la movilidad.
Este nuevo procedimiento se suma a tres microdiscectomías entre 2014 y 2015 y a una fusión espinal en 2017 (L5) que, en su momento, parecía poner fin a su carrera. Pese a ese panorama, Woods protagonizó un regreso memorable en 2018 tras seis meses sin tomar el palo, marcando uno de los retornos más impactantes en la historia del golf moderno.
Regresos, contratiempos y calendario cercano
El repunte competitivo incluyó la victoria en el Tour Championship 2018, su triunfo en el Masters 2019 quinto en Augusta y decimoquinto grande y el Campeonato ZOZO en Japón, con el que igualó el récord de 82 títulos del PGA Tour de Sam Snead. Aquella racha consolidó la narrativa de resiliencia que lo ha acompañado durante la última década.
Desde entonces, la trayectoria estuvo marcada por nuevos obstáculos: el accidente automovilístico de febrero de 2021 que dañó gravemente su pierna derecha y dos microdiscectomías adicionales (diciembre de 2020 y septiembre de 2024) en el nivel por encima de la fusión. Este año, cuando se esperaba verlo competir, la lesión de Aquiles volvió a frenar sus planes y condicionó su preparación física.
Con la intervención reciente, se da por hecho que no jugará el Hero World Challenge, torneo de su fundación en Bahamas, ni el Campeonato PNC junto a su hijo Charlie. No obstante, el alivio biomecánico que ofrece el reemplazo de disco abre una puerta a observar su evolución de cara a una posible vuelta en primavera, siempre supeditada a la recuperación y a parámetros de dolor, fuerza y rango de movimiento.
