El gran lío del deporte mexicano
Desde que Carlos Padilla Becerra citó a un conferencia de prensa para informar que el Comité Olímpico Mexicano envió al Comité Olímpico Internacional una carta firmada por los representantes de 10 federaciones mexicanas de deportes olímpicos en la que expresan injerencia por parte de la Conade, las confusiones, el desconocimiento y aberraciones se escuchan en todas partes.
Intentemos explicar sencillamente cómo está organizado el deporte en nuestro país. El Comité Olímpico Mexicano y las federaciones tienen toda la razón al gritar a los cuatro vientos que son organismos de la Sociedad Civil, con autonomía y que están avalados por sus respectivos organismos internacionales, en otras palabras las federaciones mundiales. Por otro lado, la Ley General de Cultura Física y Deporte tiene el reconocimiento como máxima instancia técnica de sus respectivas disciplinas en el país, siendo los únicos facultados para concovar a Campeonatos Nacionales.
Para que exista una representación internacional, Campeonato Mundial u Olímpico, son los únicos facultados para definir los representantes de acuerdo a los criterios internacionales. Sólo sus Asambleas pueden definir quién los dirige como representante (presidente) y en sus estatutos está establecido que pueden reelegirse tantas veces como quieran con dos terceras partes de los votos. Sólo su Asamblea puede solicitar auditoría con respecto al uso de los recursos y la Conade en los recursos que otorga, sólo esos.
Conade como órgano rector del deporte en México tiene la responsabilidad de establecer la política pública relacionada con actividad física y deporte. Puede sancionar a través del Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte a las Federaciones si NO cumplen con su objetivo o hacen mal uso de los recursos que ellos entregan. También, y por supuesto que se puede, intervenir por la vía legal. Con ello, pueden obligar a la Asamblea a que cambien a la persona que los dirige (presidente), pero lo que NO pueden hacer es desconocer y solicitar el desconocimientos de toda la Federación y querer crear una nueva Federación desde cero, como si no hubieran existido antecedentes, porque requiere de la aprobación del organismo internacional respectivo y sería mucho más complejo. El riesgo es que se conviertan varios deportes en lo que hoy es el basquetbol.
Esto conllevaría a que los afectados inicien con amparos y procesos legales desgastantes, además de que ante el COI y las Federaciones Internacionales les asistirá la razón de la no intervención del gobierno, aunque la Carta Olímpica es ambigua, pues muchos países tienen injerencia gubernamental como Cuba, China, etc.
La Conade tiene razón en tratar de limpiar a federaciones que se convierten en nidos de corrupción, mientras que el COM por medio de las federaciones señaladas argumenta que está interviniendo el gobierno y eso lo prohíbe el COI y por eso el riesgo de la desafiliación y por ende no poder participar como país en Río 2016.
A lo que huele esto es a chantaje de las federaciones que antes de comprobar los gastos y tener una contabilidad sana y honesta, prefieren acusar ante el COI al órgano rector del deporte en México. Este país para mejorar en su deporte necesita quitar de los puestos federativos a quienes se enriquecen ilícitamente a costillas del presupuesto federal. Transparencia absoluta y todos saldrían ganando.
Muchas gracias a Juan Manuel Rotter, experto en estos temas, por enseñarme y dejarme compartir muchos de las explicaciones aquí emitidas.
