Humildad ante todo
Imposible no admitir el buen momento que vive el Guadalajara, un equipo que tardó tres partidos del torneo anterior más otros ocho del actual Clausura 2016 para encontrar una victoria. Ni el defensor más optimista del proyecto, Matías Almeyda, encontraba argumentos para defender un proyecto que parecía tambalearse.
La paciencia, la que nunca había mostrado Jorge Vergara desde que compró a Chivas, fue la clave para encontrar un cierre digno, exitoso y sobre todo esperanzador para los cientos de miles de aficionados que ven con orgullo cómo renacieron sus queridas Chivas.
Los medios de comunicación no juegan al futbol, qué mal hace Matías Almeyda en sostener el discurso retador de que ahora como si ganan, los críticos deben callar o estar arrepentidos.
No, por ahí no va la cosa, insisto que ni el más recalcitrante forofo a este equipo tenía esperanza al ver cómo pasaban las jornadas y no ganaban, martirizando a sus aficionados y poniendo muy nerviosos a sus dirigentes. Ya no se acuerda que hace dos meses estaban hundido en la tabla de descenso y mostrando un muy pobre nivel de confianza en el campo.
La racha de cinco victorias en seis partidos avalan un estupendo cierre de torneo y claro que para la bipolaridad que existe en el futbol mexicano puede ser considerado como un aspirante al título.
Los números le dan toda la razón a Matías Almeyda, pero aventurarse a afirmar que este equipo será campeón y que su técnico salga a dar una conferencia de prensa en tono burlón y retador hacia aquellos quienes le criticaron cuando también, con números en la mano, pasaron ocho jornadas de este Clausura 2016 y las tres últimas del Apertura 2015 sin ganar.
Pero hay que reconocer que el entrenador argentino maduró el proceso con los jóvenes que tiene en el equipo, que sentó a elementos que no le estaba dando resultados sin importar la jerarquía y que logró recuperar a los otrora criticados Carlos Peña e Isaac Brizuela. Sin embargo, que no se le olvide que no siempre fue un cuadro ganador.
Humildad debe ser parte de este momento de Chivas, la arrogancia los puede matar, creerse lo que aún no son sería un arma de doble filo. Seguro habrá quien le deba una disculpa a Almeyda y se le ponga de tapete con tal de que el técnico lo vea con buenos ojos si es que logra avanzar en la Liguilla.
Pero no se trata de querer quedar bien o quedar mal con un personaje del futbol, se trata de decir las cosas como son, este equipo tardó tanto en mostrar un buen nivel, quien diga lo contrario, miente.
El trabajo de los técnicos es hacer que su equipo funcione en relación a los jugadores que tiene en el plantel y no preocuparse por las críticas más de la cuenta o publicar algo que no les parezca adecuado.
El trabajo de los periodistas y analistas es manifestar lo que se ve en la cancha y lo que sucede alrededor del equipo. Quien no entienda su rol en este negocio está equivocado y destinado al fracaso. Así de simple y así de sencillo.
Ahora hay que esperas en qué lugar de la tabla queda el Guadalajara al final del torneo regular.
A su dueño le gustaría encontrarse al América en la Final y aunque puede darse, que no se les olvide que hay otro equipo, el Monterrey, que tiene el mejor plantel y registro de toda la Liga, ése sí es el favorito y no he visto a su técnico o jugadores salir en tono provocador, burlón y retador a echar en cara que ahora sí se le han dado los resultados.
