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Opinión

La metamorfosis de Peláez

2016-09-22 | Gerardo Velázquez de León
GERARDO VELáZQUEZ DE LEóN
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Cuando a Ricardo Peláez lo cambiaron de trabajo, de ser comentarista de Televisa a dirigir la parte deportiva del América, en noviembre del 2011, nadie cuestionó el nombramiento. De hecho, es Yon de Luisa quien lo lleva a ser nombrado director del Comité de Futbol de la empresa de comunicación. 

Ricardo Peláez llegó al América a levantarlo del suelo, de una crisis profunda de resultados y de obtención de títulos. Lo logró, lo hizo estupendamente bien y pudieron coleccionar dos títulos de Liga y dos de Concacaf, hasta ahí todo color de rosa.

Según trasciende y de acuerdo a voces del interior del equipo todo lo bueno que hizo este dirigente en su gestión se ha convertido en un catálogo de acciones descontroladas. Desde que Yon de Luisa se fue del equipo para asumir la dirección de Televisa Deportes las cosas han cambiado, ya no es el mismo personaje y la prepotencia es parte del día a día. Muchas historias nos cuentan, muchos trascendidos, muchos temas que no pueden más que definirse como la metamorfosis de Peláez.

Bajo el lema de que los futbolistas son los que realmente importan en un equipo de futbol y el entrenador debe ser secundario, de que los jugadores pueden hacer lo que se les pegue la gana, incluso actos de indisciplina porque al final el técnico se va y ellos siguen, así se viene manejando al club de futbol América. Es decir, quien esté sentado en el banquillo no es más que un títere que debe asumir las órdenes del presidente deportivo, lo que explica el que personajes con carácter se hayan ido del club sin que les afectara. Está por encima de todos y ‘sus’ futbolistas son los reyes del vestidor. Ésa es la política de un equipo que hoy busca entrenador. Por eso no despedían a Ambriz porque con él ahí, en el banquillo, se podía hacer lo que sea, en fin, nunca les iba a reclamar a directivos que lo rescataron del oscurantismo, de la mediocre carrera como entrenador. Así que se convirtió en una buena carta, ante el dueño, cobraba poco, ante ellos acataba las órdenes del presidente.

Muchas historias de terror. Mucho dolor en muchas de las personas que han visto cómo cambia un personaje, de ser el salvador a convertirse en el villano perfecto para todos los que ahí laboran. No son críticas externas, estas historias vienen del interior, de gente que sabe el día a día. 

Conozco a Ricardo y siempre ha sido un tipo frontal y apasionado del futbol. Mucho se puede decir de su gestión y habrá quienes le quieran hacer daño. No estoy en ese grupo, al contrario, estoy convencido que el único error, pero que es muy grave, es haberse encaprichado en terminar un proceso con un entrenador sin la categoría para este equipo. Sobre la disciplina de los futbolistas, sabrá el propio Ricardo que si les da la mano le tomarán el pie y que si son ciertas estas historias está a tiempo para componer el camino. No pude un jugador hacer lo que se le pegue la gana y debe estar sometido a disciplina y orden, de lo contrario nunca habrá éxitos deportivos.

No más imágenes de entrenadores interinos como en el partido contra Necaxa que se notó a la perfección que Israel Hernández recibía constantemente consejos de Raúl Rodrigo Lara, quien a su vez tenía un audífono por que alguien le estaba dictando órdenes desde algún lado del estadio. ¿Quién? ¿Mario Hernández Lash o Ricardo Peláez?. 

Mientras a un entrenador no le den autonomía en la toma de decisiones, que tenga claro cómo jugar y de quién confiar, este equipo pasará de ser el más ganador de los tiempos recientes al de los ridículos recurrentes. 

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