Jen Pawol vivió un día histórico al convertirse en la primera mujer en trabajar como umpire en un partido de temporada regular de las Grandes Ligas. Su debut se dio como umpire de la primera base en el primer juego de una doble cartelera entre los Bravos de Atlanta y los Marlins de Miami, encuentro en el que recibió el apoyo de aficionados, familiares, compañeros y peloteros.

Acompañada por un grupo de alrededor de 30 familiares y amigos, Pawol experimentó por primera vez el ambiente de un estadio de Grandes Ligas, con el reto adicional de adaptarse a las dimensiones y a la dinámica de un público mucho más numeroso que en ligas menores. Su actuación incluyó decisiones clave, como una jugada apretada en la tercera entrada que no fue desafiada, y gestos enérgicos al marcar outs.
En el segundo juego de la doble cartelera trabajó en la tercera base y este domingo estará detrás del plato para llamar los lanzamientos en el cierre de la serie. Posteriormente, esperará su próxima asignación como parte de su itinerancia en la liga. La gorra que usó en su debut será enviada al Salón de la Fama del Béisbol como parte del reconocimiento a este momento histórico.

Pawol, originaria de Nueva Jersey, ha estado en el sistema de ligas menores desde 2016, año en que fue asignada a la Liga de la Costa del Golfo. Ha dirigido partidos de campeonato en Triple-A y encuentros de pretemporada de MLB. Antes de llegar al béisbol profesional, destacó como jugadora universitaria de sóftbol en Hofstra y trabajó como umpire de la NCAA entre 2010 y 2016.
Su ascenso a las Grandes Ligas se da 28 años después de que la NBA rompiera la barrera de género para los árbitros, una década después de que la NFL contratara a su primera oficial a tiempo completo y tres años después de que un Mundial de fútbol masculino incluyera a una árbitra.

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