Jacqueline Ovalle: el gol que nació de una carrera hecha con magia

Fulana de Tal by Fernanda Sainz

Es experta en marketing deportivo y digital, con más de 20 años de experiencia liderando marcas como Red Bull, Pokerstars y Caliente.mx. Fundadora de Fulana de Tal, impulsa una comunicación con perspectiva de género y estrategias disruptivas en la industria del entretenimiento.

Jacqueline Ovalle: el gol que nació de una carrera hecha con magia
Jacqueline Ovalle: el gol que nació de una carrera hecha con magia | RÉCORD

Fulana de Tal by Fernanda Sainz

Es experta en marketing deportivo y digital, con más de 20 años de experiencia liderando marcas como Red Bull, Pokerstars y Caliente.mx. Fundadora de Fulana de Tal, impulsa una comunicación con perspectiva de género y estrategias disruptivas en la industria del entretenimiento.

Hay goles que se quedan para siempre, cómo el histórico “Camaroncín”, ese taquito imposible de Jacqueline “La Maga” Ovalle, que hoy la hizo merecedora del Premio Marta al Mejor Gol del Año. Un gol que no fue solo una definición espectacular, fue la expresión más pura de una futbolista que ha construido su carrera desde la imaginación, la valentía y una convicción inquebrantable.

Para quienes han seguido su camino, este reconocimiento no es casualidad. Jacqueline Ovalle es una de las figuras más determinantes del futbol femenil mexicano. Desde sus primeros torneos con Tigres Femenil, se distinguió por algo que no se entrena: la capacidad de ver lo que otras no ven y atreverse a intentarlo. Su juego no busca la comodidad ni la repetición; busca la diferencia. Y en un deporte que exige cada vez más rigor, esa creatividad se ha convertido en su sello.

Los números acompañan la narrativa. A lo largo de su carrera, Ovalle ha superado la centena de goles, ha entregado decenas de asistencias y ha sido pieza clave en múltiples campeonatos de Liga MX Femenil con Tigres, uno de los equipos más dominantes de la última década. Ha disputado finales, ha aparecido en los momentos decisivos y ha sostenido un nivel de rendimiento que pocas futbolistas logran mantener durante tantos torneos consecutivos.

Pero reducir a Jacqueline Ovalle a estadísticas sería injusto. Su verdadero impacto va más allá de los números. La “Maga” aparece cuando el partido se vuelve tenso, cuando el margen se estrecha y la presión pesa. Ahí, donde muchas optan por lo seguro, ella elige imaginar. Así nació el Camaroncín, aquel gol de fantasía marcado en un partido de liga ante Atlas Femenil, una jugada que recorrió el mundo y que hoy es reconocida como el mejor gol del año a nivel internacional. No fue improvisación: fue intuición entrenada durante años.

El Premio Marta, que distingue al mejor gol del año en el futbol femenil a nivel global, coloca a Jacqueline Ovalle en una conversación internacional y confirma algo fundamental: el talento que se forma y se consolida en México tiene nivel de élite mundial. No es una excepción ni un destello aislado; es el resultado de una trayectoria sostenida y coherente.

Este galardón también envía un mensaje poderoso a las nuevas generaciones. Les dice que la creatividad tiene lugar, que la audacia puede ser recompensada y que no hay que pedir permiso para intentar algo distinto. El futbol femenil necesita goles, sí, pero también necesita identidad. Y Jacqueline Ovalle ha construido la suya con autenticidad.

Toda su carrera —los títulos, los goles, las asistencias, las finales disputadas— la condujo hasta este momento. Hasta ese instante en el que una jugada se convierte en historia y un nombre trasciende ligas y fronteras. El gol fue el momento. El premio fue el reconocimiento. El camino fue extraordinario.

Jacqueline Ovalle no ganó solo un trofeo, confirmó que el futbol femenil mexicano produce talento que inspira, que compite y que se atreve a imaginar. Cuando una futbolista se atreve, todo el deporte avanza.

¡Abramos cancha!