La columna pasada celebrábamos cómo nuestros Seleccionados Sub 17 femeniles y varoniles triunfaron en las tandas de penales. Explicamos cómo las creencias del pasado pueden ser cambiadas. Seguimos adentrándonos en este tema tras la maratónica serie de penales del día de ayer en la final de la Liga MX. Se hicieron 24 tiros. Por parte de tigres fallaron Nicolás Ibáñez, Joaquim, Nahuel Guzmán y Ángel Correa mientras que Federico Pereira, Juan Pablo Domínguez y Luis García fallaron por parte del cuadro de Toluca.
Fallar un tiro penal en una final puede tener un impacto psicológico significativo en la vida de jugador, por ello quiero abordar más a fondo el tema bajo la perspectiva mental y emocional.
A continuación describo algunos posibles efectos:
- Ansiedad: Fallar un tiro puede llevar al jugador a sentir que ha defraudado a sus compañeros y aficionados generando una respuesta emocional caracterizada por sentimientos de tensión, preocupación y tristeza.
- Baja autoestima: La autoconfianza se ve afectada porque el tirador porque cuestiona su habilidad y valor como profesional lo cuál puede afectar su rendimiento futuro. Además, las reacciones de compañeros, entrenadores y medios de comunicación a través de las críticas puenden afectarlo dependiendo de la manera en que el jugador sea capaz de procesar la experiencia.
- Aislamiento: El jugador podría sentir que su relación con el equipo se ve afectada. La percepción de ser el "villano" en la historia del partido puede causar incomodidad con sus compañeros.
- Miedo al fracaso: El evento puede generar el temor de volver a enfrentar un penal en el futuro lo que puede ocasionar el desenfocar su atención en el momento clave.
- Hábitos mentales inadecuados: Ante la presión de situaciones similares en el futuro, el jugador podría desarrollar hábitos de pensamiento negativos o enfoques incorrectos, afectando su preparación mental.
Es fundamental que los jugadores cuenten con estrategias para lidiar con estos desafíos. Describo a continuación algunas de ellas:
- Reestructuración cognitiva: Revisar y modificar pensamientos negativos. En lugar de pensar "soy un fracaso", el jugador puede reencuadrar su pensamiento como: "este es un momento de aprendizaje" o "todos los jugadores fallan." Esto ayuda a reducir la presión y la negatividad.
- Visualización: Practicar la visualización positiva antes de los partidos. Imaginarse ejecutando el penal con éxito puede ayudar a aumentar la confianza y a preparar la mente para situaciones de alta presión.
- Enfoque en el proceso, no en el resultado: Ya comenté en la columna pasada que es importante concentrarse en lo que se debe hacer durante la ejecución del penal (técnica, fuerza, dirección) en lugar de enfocarse en el posible resultado (acertar o fallar). Esto puede reducir la presión sobre el jugador.
- Técnicas de relajación: Practicar la atención plena y la respiración profunda para mantener la calma y estar presente en el momento, ayudará a manejar la ansiedad y el estrés antes y durante el tiro.
- Resiliencia: Trabajar en la mentalidad de crecer a partir de los fracasos puede transformar una experiencia negativa en una oportunidad de aprendizaje, reforzando la capacidad de recuperación ante adversidades futuras. Reconocer que el error es parte del deporte. Aceptar que fallar es humano y que todos los jugadores pasan por momentos difíciles puede aliviar la carga emocional.
- Apoyo social: Hablar con compañeros de equipo, entrenadores o profesionales de la salud mental sobre sus sentimientos puede proporcionar un espacio seguro para procesar la experiencia y recibir apoyo emocional.
Estimados lectoras y lectores: Aprendamos de las fallas en los penales para poder superar cualquier tropiezo. Errar es natural en cualquier profesión o deporte. Implementar estas estrategias psicológicas nos dará una mentalidad fuerte para enfrentar desafíos competitivos en momentos clave.
"Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito".
