Una nueva forma de fraude digital está preocupando a los expertos en ciberseguridad: se trata de la llamada “estafa invisible”, un sofisticado método que aprovecha la inteligencia artificial de Gmail para engañar a los usuarios y robar sus datos personales. Aunque el correo parece completamente normal, esconde un código oculto que manipula los resúmenes automáticos de Google, haciendo creer a las víctimas que su cuenta ha sido vulnerada.

¿En qué consiste la estafa?
Una nueva modalidad de phishing, apodada “estafa invisible”, ha sido identificada en Gmail. La técnica —detectada por la Asociación Finlandesa de Telemarketing— opera de la siguiente forma: se envía un correo que parece normal, pero al final del mensaje se incluye un fragmento de código en color blanco (invisible para el ojo humano).
Este código oculto está destinado no al usuario, sino al sistema de inteligencia artificial de Google, Gemini, que analiza automáticamente los correos para generar resúmenes. Al leer la instrucción disimulada, Gemini puede insertar un aviso falso indicando que tu contraseña ha sido expuesta y pidéndote actuar de inmediato.
El mensaje falso incluye un número de teléfono que supuestamente es de atención al cliente de Google, pero en realidad está operado por los propios delincuentes. Al llamar, la víctima es persuadida para entregar contraseñas, códigos de verificación o datos bancarios.

¿Cómo evitar ser víctima?
Para protegerte frente a esta y otras estafas, los expertos recomiendan adoptar los siguientes hábitos:
Desconfía de alertas urgentes que te insten a «actuar inmediatamente» o a llamar a un número desconocido.
Nunca proporciones tu contraseña, código de segunda verificación (2-FA) o información bancaria por llamada o correo electrónico. Google nunca lo pide así.
Verifica directamente en tu cuenta (por ejemplo en myaccount.google.com) si tienes alguna notificación de seguridad, en lugar de seguir enlaces del correo.
Activa la verificación en dos pasos (2FA) y usa contraseñas únicas para cada cuenta.
Revisa los enlaces antes de hacer clic: coloca el cursor sobre ellos y valida que la URL coincida con el remitente.
Si recibes un correo sospechoso, márcalo como phishing y elimínalo.

¿Por qué es tan peligrosa esta modalidad?
La particularidad de esta estafa radica en que manipula la confianza que muchos usuarios depositan en los resúmenes automáticos de la IA. Al presentarse como una advertencia legítima generada por Gemini, la trampa parece auténtica, lo que reduce la sospecha del usuario.
Además, el código oculto en blanco pasa inadvertido por filtros humanos y visuales, lo que dificulta su detección. Este tipo de ataque representa una evolución del phishing tradicional hacia escenarios más complejos, en los que la tecnología juega en favor de los delincuentes.





