México ha dado pasos importantes hacia la digitalización de la identidad con la integración de datos biométricos en diversos documentos oficiales. A esta tendencia se sumará próximamente la CURP biométrica, la cual ya cuenta con un marco legal aprobado y será obligatoria para todos los ciudadanos mexicanos.
Entre los documentos que actualmente incorporan este tipo de tecnología destacan la credencial del INE, el pasaporte electrónico, la licencia de conducir en ciertos estados, la cédula profesional electrónica y las tarjetas migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM). Todos ellos incluyen elementos como huellas digitales, fotografía, firma electrónica e incluso escaneo del iris.

¿Qué elementos traerá la nueva CURP biométrica?
El Gobierno Federal, a través de la reciente reforma a la Ley General de Población, estableció que la nueva CURP contará con elementos biométricos que permitirán una validación más segura e inmediata de la identidad de las personas.
Entre los datos que se integrarán se encuentran:
- Huellas dactilares
- Reconocimiento facial
- Firma electrónica
- Escaneo de iris
- Fotografía digital actualizada
Además, se emitirá en formato físico y digital, convirtiéndose en un documento oficial de identificación nacional que será obligatorio para realizar trámites públicos y privados, tanto a nivel federal como local.
La reforma legal prevé la creación de una Plataforma Única de Identidad Digital, a través de la cual instituciones públicas y autorizadas podrán consultar, validar y autenticar la identidad de los ciudadanos en tiempo real.
El uso de esta CURP será gratuito, y su implementación se realizará de forma gradual. También se contemplan sanciones para quienes se nieguen a aceptarla como documento válido, con multas que van desde los 10 mil hasta los 20 mil UMA.

Críticas y preocupaciones
A pesar de su promesa de modernización, el proyecto ha generado preocupaciones en materia de seguridad y privacidad. Diversas organizaciones y legisladores han advertido sobre los posibles riesgos de acceso indebido a datos personales, especialmente ante la posibilidad de que cuerpos de seguridad puedan consultar esta base de datos sin orden judicial.
Otro punto señalado por expertos es la exclusión de grupos vulnerables, como personas adultas mayores o trabajadores con huellas desgastadas, así como miembros de la comunidad trans que podrían enfrentar dificultades en los procesos de validación biométrica.





