La Ciudad de México se tiñó de cempasúchil, música y tradición con el Gran Desfile de Día de Muertos 2025, que reunió a más de un millón 450 mil personas a lo largo de Paseo de la Reforma. La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, encabezó el arranque del evento desde la Puerta de los Leones, donde destacó que esta tradición “ha sobrevivido a lo largo de los siglos” y representa el amor hacia quienes “nos dieron vida y nos acompañan más allá del tiempo”.

“Hoy, en la Ciudad de México honramos una de las tradiciones más profundas y luminosas de nuestra identidad: el Día de Muertos, una celebración que nos recuerda que la muerte no es ausencia, sino memoria viva; que quienes se han ido siguen habitando entre nosotros en cada flor de cempasúchil, en el aroma del copal, en la ofrenda que preparamos con amor y en la palabra que pronunciamos para nombrarlos”, expresó Brugada Molina.
Ofrenda, historia y homenaje a grandes figuras
Este año, el desfile rindió homenaje a personajes icónicos de la cultura mexicana como Carlos Monsiváis, Paquita la del Barrio, Tongolele y Rockdrigo González, además de recordar los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan y los 40 años del sismo de 1985.
Miles de capitalinos, turistas nacionales y extranjeros se congregaron para admirar los carros alegóricos, comparsas, batucadas y danzas que recorrieron la ciudad hasta llegar al Zócalo capitalino, donde los esperaba la Ofrenda Monumental.

8 mil participantes y 50 comparsas
En total participaron más de 8 mil artistas, músicos, cartoneros, bailarines y colectivos culturales, organizados en más de 50 comparsas que reflejaron la creatividad de la capital.
Brugada destacó que detrás de cada elemento del desfile “están las manos de nuestras artesanas y artesanos, de las y los cartoneros, de los talleres de los centros culturales, de las fábricas de artes y oficios, de los Pilares y las Utopías, donde miles de jóvenes, maestros y gestores comunitarios construyen día a día una ciudad más creativa, más solidaria y más viva”.

Arte y comunidad en movimiento
El desfile estuvo conformado por nueve bloques temáticos: 700 años, El último viaje (Pilares), Faros, De México para el mundo, Comunitaria, Utopías, Tradición y renovación, La gran Ciudad de México y el contingente del Injuve.
Uno de los más aplaudidos fue el carro alegórico “Corazón de Tenochtitlan: 700 años”, elaborado por el taller El Volador, que combinó símbolos como Quetzalcóatl, el águila sobre el nopal y el Huey Teocalli, en un homenaje a la historia viva de la capital.
Una ciudad que honra la vida y la muerte
“Aquí, donde el pasado es presente, celebramos la vida y la muerte con respeto, con arte, con comunidad, con alegría, con fuerza. ¡Que viva el Gran Desfile de los Muertos! ¡Que viva la gran Ciudad de México!”, exclamó la mandataria durante el cierre del evento.

A su lado estuvieron las secretarias Ana Francis Mor (Cultura) y Alejandra Frausto Guerrero (Turismo), además del subsecretario de Grandes Festivales, Argel Gómez Concheiro, quienes coincidieron en que el desfile reafirma la identidad cultural de México ante el mundo.
Orgullo y emoción en el Zócalo capitalino
El desfile concluyó en medio de aplausos, flores y cantos. Niños sobre los hombros de sus padres, turistas con celulares en mano y familias enteras acompañaron el paso de las catrinas y alebrijes.
El ambiente fue una mezcla de emoción y orgullo compartido: una manera de decirle al mundo que en México la muerte no se teme, se honra y se celebra.




