En medio de las inundaciones históricas que azotan el estado de Texas y que ya han dejado más de 80 personas muertas, una historia de valentía y humanidad ha conmovido a México y Estados Unidos.
Se trata de Silvana Garza Valdez y María Paula Zárate, dos jóvenes mexicanas de 19 años, quienes lograron salvar a 20 niñas atrapadas en un campamento de verano en Kerr, una de las zonas más devastadas.
El hecho ocurrió la madrugada del pasado viernes 4 de julio en el campamento Mystic, donde las jóvenes trabajaban como monitoras. Una tormenta repentina desbordó el río Guadalupe, que elevó su nivel en más de ocho metros en tan solo 45 minutos, dejando comunidades enteras incomunicadas y bajo el agua.
“Parecía una película de terror”
En entrevista con Foro TV N+, Silvana relató: “A las 3 de la mañana se fue la luz, los ventiladores dejaron de funcionar y lo primero que hicimos fue resguardar a las niñas más pequeñas. Los vidrios temblaban, parecía una película de terror. Les escribimos sus nombres en los brazos para poder identificarlas en caso de una tragedia”.
Mientras el agua subía peligrosamente, una de las jóvenes logró guiar a un grupo de niñas hacia terreno elevado. La otra monitora organizó el rescate de las demás, manteniéndolas tranquilas con juegos y palabras de aliento. A la mañana siguiente, con el campamento devastado, las autoridades comenzaron las evacuaciones.
“Es una situación horrible. Supimos después que hay más de 20 niñas desaparecidas. Rezamos por ellas”, dijo entre lágrimas María Paula Zárate.
Reconocidas como heroínas
Aunque el saldo de víctimas sigue creciendo, con al menos 82 personas fallecidas, entre ellas 28 niños, las dos mexicanas lograron evitar una tragedia aún mayor. El campamento Mystic confirmó en un comunicado la muerte de 27 personas, entre niñas e instructores, y se reporta que 10 niñas y un consejero siguen desaparecidos.
“Gracias a Dios, nosotras y nuestras niñas estamos bien. Nunca imaginamos la gravedad de lo que estaba ocurriendo”, concluyeron las jóvenes.
Su valor y entrega no solo evitaron más muertes, sino que también pusieron en alto el nombre de México en uno de los peores desastres naturales que ha vivido Texas en la última década.
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