La desaparición de Kimberly Hilary Moya González, joven de 16 años originaria de Naucalpan, Estado de México, ha tomado un giro alarmante. Su madre asegura que existen indicios que podrían vincular el caso con un grupo religioso conocido como Espiritualismo Trinitario Mariano (ETM), y pidió que la Fiscalía General de la República (FGR) intervenga para continuar con las investigaciones.
De acuerdo con los reportes, Kimberly fue vista por última vez el 2 de octubre de 2025, cuando salió de su casa en la colonia San Rafael Chamapa para ir a un café internet. Desde entonces, no se ha sabido nada de ella.
Las autoridades detuvieron a Gabriel Rafael “N”, de 57 años, y Paulo Alberto “N”, de 36 años, quienes fueron vinculados a proceso por su presunta participación en la desaparición. Sin embargo, para la familia de la joven, el caso va más allá de un hecho aislado.
“Rafael es ministro de ese culto, la mamá es la titular de ese templo, no es un templo normal”, declaró la madre de Kimberly, al referirse al grupo espiritista que podría estar relacionado con los sospechosos.
Cateos y hallazgos que despertaron sospechas
Durante los cateos realizados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en un taller mecánico y una vivienda vinculada a los detenidos, las autoridades localizaron símbolos religiosos y objetos asociados al grupo Espiritualismo Trinitario Mariano.
“Tienen los mismos símbolos, el mismo logotipo y el mismo tipo de veladoras que utilizan en ese templo”, detalló la madre de la joven, quien asegura que las coincidencias no son casualidad.
Estos hallazgos reforzaron la sospecha de que la desaparición podría estar relacionada con este movimiento religioso. La familia ha insistido en que la FGR atraiga el caso y que se investiguen los templos y las propiedades vinculadas con los presuntos responsables.
Exigencias de justicia y falta de avances
Hasta el momento, las autoridades mexiquenses no han logrado establecer el paradero de Kimberly. La madre de la joven acusó que, a pesar de las detenciones, no existen resultados claros ni búsquedas efectivas.
“A mí no me dan respuestas, solo dicen que están investigando, pero no sé qué están investigando si ya encontraron cosas relacionadas con ese culto”, denunció.
Familiares y colectivos de búsqueda han protestado en diversas calles del Estado de México para exigir que se amplíe la investigación y que el caso se analice con perspectiva de género y posible trata de personas.
Una investigación abierta
El caso de Kimberly Moya sigue en desarrollo. La FGJEM mantiene activos los operativos de búsqueda con apoyo de binomios caninos, drones y recorridos en campo, mientras que la familia pide que no se descarte ninguna línea.
“Solo quiero que encuentren a mi hija, que no dejen de buscarla”, expresó la madre, quien ha encabezado las movilizaciones y mantiene la esperanza de hallarla con vida.
La desaparición de Kimberly ha encendido las alarmas en Naucalpan y reabierto el debate sobre la actuación de las autoridades ante los posibles vínculos entre desapariciones y grupos sectarios.
