La muerte de Ozzy Osbourne este martes 22 de julio ha conmovido al mundo del rock. Aunque sus visitas a México fueron escasas, una de ellas quedó grabada con fuerza en la memoria colectiva: su recorrido por las pirámides de Teotihuacán, donde se presentó ante los dioses.
Fue en 1995 cuando el legendario vocalista de Black Sabbath llegó por primera vez a territorio mexicano como parte de su gira Retirement Sucks Tour, previa al lanzamiento del álbum Ozzmosis. Luego de su show en Monterrey, el cantante se trasladó a la Ciudad de México, y en medio de su estancia, decidió visitar la zona arqueológica.
Ahí el Príncipe de las Tinieblas se presentó a ante los dioses, pues el músico le interesaba mucho la cultura mexicana, pues le rendía respeto al culto prehispánico. Pero no fue cualquier visita, fue un encuentro entre el metal más oscuro y lo sagrado de las tierras aztecas.
Visita para la historia
Rodeado por la energía ancestral de la Calzada de los Muertos y la majestuosa vista de las pirámides del Sol y la Luna, Ozzy vivió un momento que pasaría a la historia. Diversas fotografías dan cuenta de su visita, en la que se le ve inmerso en el misticismo del lugar, estableciendo un lazo simbólico entre su figura y las culturas antiguas de México.
Las fotos que inmortalizo el reconocido fotógrafo Fernando Aceves, muestran a un cantante relajado, posando en todos los rincones de Teotihuacán y hasta tocó un caracol prehispánico. Con una vestimenta poco casual en él, logró pasar desapercibido y disfrutar del lugar.
Conciertos inolvidables en México
El 26 de agosto de 1995, Ozzy se presentó por primera vez en el Palacio de los Deportes, acompañado por su excompañero de Black Sabbath, Geezer Butler. Fue un espectáculo cargado de fuerza y simbolismo, con un setlist que estremeció a sus miles de fans mexicanos.
Su regreso a México ocurrió en 2008, en el Foro Sol —hoy Estadio GNP—, escenario que cinco años después volvería a pisar, pero esta vez como parte de Black Sabbath en la que sería su única visita a México con la alineación original de la banda y con su último disco de estudio.
En 2018, Ozzy cerró su historia con el público azteca durante el festival Hell and Heaven, donde compartió escenario con leyendas como Judas Priest, Scorpions, Megadeth y Deep Purple. Así se consolidó como una figura eterna para los fans del metal en el país.
