Cuando el calor aprieta, después de una sesión intensa de ejercicio o ante un malestar estomacal, lo habitual es recurrir al agua o a alguna bebida que prometa “recuperar la energía”. Sin embargo, una hidratación realmente efectiva no depende solo de los líquidos.
Sueros orales: más que una bebida:
A diferencia de las bebidas comunes, los sueros orales son formulaciones con respaldo médico diseñadas específicamente para prevenir y tratar la deshidratación leve o moderada. Su composición combina minerales como sodio, potasio, cloro, calcio y magnesio, además de lactato y una cantidad precisa de glucosa.

Esta mezcla cumple una función vital: la glucosa facilita que el agua se absorba correctamente en el organismo, optimizando la rehidratación. Este principio bioquímico es lo que hace que los sueros orales sean mucho más efectivos que las bebidas energéticas o caseras cuando se trata de reponer líquidos y sales perdidos.
¿Qué dice la ciencia de los sueros orales?
La efectividad de estos sueros no es casualidad, sino el resultado de estudios científicos y pruebas de calidad. Su funcionamiento se basa en el cotransportador sodio-glucosa (SGLT1), un mecanismo natural en el intestino que permite que el agua y los minerales ingresen al torrente sanguíneo incluso en situaciones de pérdida intensa de líquidos, como diarrea, vómito o fiebre.
Este proceso convierte a los sueros orales en una herramienta clave para evitar complicaciones derivadas de la deshidratación, especialmente en niños, adultos mayores o personas expuestas al calor extremo.

Un recurso complementario
Recomendados tanto para niños como para adultos, los sueros orales son útiles en casos de:
• Fiebre alta
• Exposición prolongada al calor
• Ejercicio físico intenso
• Malestares digestivos (diarrea o vómito)
Cada lote de estas soluciones pasa por estrictas pruebas de seguridad y calidad, garantizando su eficacia terapéutica y su confiabilidad en momentos críticos.
Más que una bebida, los sueros orales son un recurso médico validado que puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una complicación mayor. Tenerlos a la mano no solo es recomendable, sino una medida inteligente para cuidar la salud y asegurar una rehidratación efectiva.





