Después que un partido de Croacia en la Eurocopa fuera foco de comportamiento racista de sus aficionados y otros disturbios, la UEFA abrió un proceso disciplinario contra las federación de futbol de aquel país. Croacia fue reprendida por su partido en Saint-Etienne, donde empató 2-2 con la República Checa.
La federación croata pidió disculpas por los incidentes, pero al mismo tiempo culpó al gobierno nacional por no identificar y sancionar a los ultras en años recientes.
"El incidente en Saint-Etienne es el producto de la pasividad del estado croata, y hoy todos nos hemos convertidos en rehenes de un grupo de hooligans", indicó la federación croata en un comunicado.
La UEFA indicó que el expediente estaba relacionado con comportamiento racista, altercados entre el público, lanzamiento de objetos al campo y empleo de artículos pirotécnicos, por lo que la federación croata podría enfrentar una multa de hasta cinco cifras.
Este es el segundo sumario de cargos que involucra a hinchas croatas en el país galo. La UEFA ya había abierto un expediente disciplinario por el encendido de bengalas y porque un hincha pudo ingresar a la cancha para celebrar con los jugadores el gol en la victoria 1-0 ante Turquía.




