El partido pactado para jugarse en Seattle entre Irán y Egipto ha despertado las críticas por ser llamado “partido del orgullo” LGBTQ+, y es que dicho duelo fue nombrado de esta forma debido a la importante comunidad homosexual.
"Es una decisión irracional que favorece a un grupo en particular", resaltó el presidente de la Federación Iraní de Futbol, Mehdi Taj, citado por la agencia de noticias Isna, tras esta decisión catalogarlo “partido del orgullo LGBTQ+”.
"Nosotros (Irán) y Egipto nos oponemos a esta decisión", añadió, sin mencionar el término "partido del orgullo”. Mientras tanto la televisión estatal iraní resaltó que ‘impugnará’ este duelo que de acuerdo a reportes estaba pactado antes del sorteo del Mundial 2026.
Cabe mencionar, que es un movimiento político que busca posicionar los derechos de la diversidad como eje central de la agenda pública internacional, ha reavivado el debate sobre los países donde la homosexualidad continúa siendo perseguida legal y socialmente.
En este contexto, Irán y Egipto emergen nuevamente como símbolos de las legislaciones y prácticas más restrictivas para las personas LGBTQ en el mundo; sin embargo, ellos tienen sus posturas en contra de los gustos al mismo género.
¿Qué representa en Irán la homosexualidad?
En la República Islámica de Irán, la homosexualidad no solo es considerada un delito, sino que puede acarrear penas extremadamente severas, incluidas largas condenas de prisión, castigos corporales y, en ciertos casos, la pena de muerte.
Egipto
A diferencia de Irán, Egipto no posee una ley que mencione explícitamente la homosexualidad. Sin embargo, durante décadas ha utilizado cargos como “depravación”, “inmoralidad” o “debauchería” para perseguir a personas LGBTQ.
Organizaciones internacionales han advertido que Egipto ha intensificado estas prácticas en períodos de tensión política interna, utilizando a la comunidad LGBTQ como “chivo expiatorio” para proyectar una imagen de defensa de los valores tradicionales.
