Albania recibe a Serbia en el Gradski stadion Dubočica de Leskovac por la séptima jornada de las Eliminatorias UEFA hacia el Mundial 2026. El duelo se produce tras un empate sin goles previo en la jornada 3, lo que multiplica el dramatismo. Ambas selecciones se posicionan como las principales rivales de Inglaterra en el Grupo K, en una contienda donde cada punto puede mover el destino.
Este enfrentamiento marca el cuarto capítulo entre Serbia y Albania: antes del empate reciente ya habían jugado en la fase de clasificación para la Eurocopa 2016, con un balance parejo: una victoria para cada uno y un empate.
Albania arriba al duelo como segunda en el grupo con 8 puntos, justo por delante de Serbia que suma 7 (y con un partido pendiente). Los albaneses se apoyan en su reciente triunfo por 1-0 sobre Letonia como impulso, y en su solidez defensiva en el torneo.
Serbia, por su parte, vive altibajos: tras dos triunfos contra Andorra (3-0) y Letonia (1-0), sufrió una derrota dura ante Inglaterra (0-5). Necesita recomponerse en este duelo para no ceder terreno en la lucha por el segundo puesto y evitar depender de terceros. El antecedente de empate ante Albania lo motiva, pero también lo obliga a mostrar más carácter.
Rivalidad, historia y urgencia deportiva
La tensión entre ambos países va más allá del césped: la rivalidad futbolística entre Albania y Serbia arrastra ecos de conflictos históricos, disputas sobre Kosovo y sensibilidades étnicas que contagian el ambiente del partido. En 2014, un partido entre ambos fue suspendido tras un dron con una bandera polémica sobrevolara el estadio, generando incidentes y sanciones posteriores.
Por lo tanto, este choque es más que puntos: es un duelo simbólico donde cada acción puede ser interpretada en clave histórica. La seguridad, el comportamiento de las aficiones y la vigilancia de autoridades estarán bajo lupa.
