Turquía y Bulgaria vuelven a encontrarse en un duelo decisivo por la fecha 5 del Grupo E de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026. El Estadio Olímpico Atatürk se prepara para recibir un partido que promete emociones por las realidades opuestas de ambos seleccionados: mientras los locales buscan alcanzar la punta, los visitantes intentan frenar una caída que parece no tener fin.
El combinado turco arriba con confianza luego de su última presentación, un sólido 4-1 sobre Georgia que devuelve tranquilidad al cuerpo técnico y a los aficionados. En redes sociales, los seguidores otomanos expresan entusiasmo y destacan la explosión ofensiva de un equipo que, pese a sus irregularidades defensivas, mantiene un ritmo goleador importante. Con 13 tantos a favor y 10 en contra, el equipo local sabe que la clave será sostener su contundencia.
Bulgaria, en cambio, enfrenta un presente sombrío. Su derrota más reciente, un duro 0-4 ante España, profundiza una racha negativa que ya suma tres caídas consecutivas. Los números hablan por sí solos: 16 goles recibidos y apenas uno convertido en los últimos compromisos. La afición búlgara muestra preocupación, y los análisis de la prensa local coinciden en que el equipo vive uno de sus momentos más frágiles en años recientes.
Ambos equipos ya se cruzaron en esta misma eliminatoria, el pasado 11 de octubre, en un duelo que quedó marcado por el aplastante 6-1 de Turquía. Aquella actuación dejó en claro la diferencia actual entre los seleccionados y refuerza la idea de que los locales parten como amplios favoritos. Para Bulgaria, el recuerdo de ese partido instala la urgencia de mostrar una versión distinta si aspira a competir.
Dos realidades que se profundizan
Segundo en la tabla, Turquía sabe que no puede ceder terreno si quiere pelear la punta del grupo. La estrategia pasa por presionar alto, aprovechar la velocidad por las bandas y mantener la intensidad durante los 90 minutos. Los últimos entrenamientos, compartidos por la federación en sus plataformas digitales, muestran un equipo enfocado en afinar la transición ofensiva y evitar desconexiones defensivas que ya le han costado puntos.
Bulgaria llega sin margen. Último en el Grupo E, sin unidades y con una crisis evidente en todas sus líneas, necesita con urgencia un golpe anímico. Su principal reto será resistir los primeros tramos de presión turca y encontrar alguna vía para dañar en el contragolpe. Sin embargo, su falta de regularidad lo convierte en uno de los equipos más vulnerables de esta eliminatoria, y cada goleada sufrida agrava su situación.
