En la madrugada del lunes 27 de octubre, un accidente automovilístico puso en riesgo la vida de Blue Demon Jr. Una semana después, la leyenda de la lucha libre mexicana ha abandonado el hospital con un mensaje de fortaleza: todavía “hay Demon para rato”. Sin embargo, el enmascarado reconoce que este episodio representa su “segunda caída” en la vida.

Aún en la cama del Hospital Polar San José, Blue relató por primera vez para los medios el accidente que sufrió en la carretera cuando manejaba de Puebla hacia la Ciudad de México:
"Ya había pasando la caseta de San Martín, venía en un tramo ya largo, y había un objeto en la carretera, no sé si era piedra o fue; pego con él, pierdo con todo el carro y ya no supe qué pasó", relató.
El accidente que, por fortuna, únicamente le provocó un edema cerebral, lo hizo reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de la familia.
"Nadie está preparado, todo puede cambiar en cuestiones de segundos. Algo que yo siempre he tratado de hacer es tener a mi familia unida, quererlos, decirles cuánto los quiero. Todo puede cambiar en cuestiones de segundos. No estamos preparados, nos podemos ir en cualquier momento", expresó.

Blue Demon Jr. reconoció que ha enfrentado caídas más duras, como la pérdida de sus padres, pero señala que posiblemente no podría resistir otro accidente.
"Ha habido caídas más difíciles, quizá la muerte de mi padre ha sido una de las más fuertes, la de mi madre y todo, pero esto es un accidente y creo que son pruebas que nos pone la vida, el destino y que salir adelante. Y, pues, esta es la segunda caída, no creo que haya una tercera
Con su característico espíritu luchador, el enmascarado envió un mensaje de resiliencia a sus seguidores:
“Dicen que Dios le da sus mejores batallas a sus mejores guerreros. Yo me considero un luchador tanto en lo profesional como en la vida. No me pienso doblar. Todavía hay Blue Demon para rato”.

El gladiador salió en silla de ruedas e inclusive subió por su propio pie al automóvil. Ahora, continuará su recuperación en casa, rodeado de su familia, buscando regresar lo más pronto posible al cuadrilátero y comenzar a planear su despedida




