El mariscal de campo Philip Rivers ha sacudido la NFL con su inesperado regreso al emparrillado. A sus 44 años de edad, Rivers saldrá del retiro para ser el quarterback titular de los Indianapolis Colts este fin de semana, en un crucial enfrentamiento contra los Seattle Seahawks.
Esta decisión, impulsada por una situación de emergencia tras la lesión del titular Daniel Jones, no solo marca su regreso a los emparrillados, sino que también tiene una consecuencia directa y significativa en su camino hacia la inmortalidad en Canton, Ohio.
No cumple requisito del Salón de la Fama
Para que un exjugador de la NFL sea elegible como candidato al Salón de la Fama, debe cumplir con un requisito fundamental: haber estado inactivo durante al menos cinco años.
Rivers, quien se había retirado oficialmente y ya era un semifinalista en las votaciones para el Salón de la Fama, ha visto su cuenta de espera reiniciada al activarse con los Colts.
Aunque su entrada al Salón no estaba garantizada, su regreso significa que pierde la oportunidad de ser considerado esta temporada y tendrá que esperar cinco años más para que se cumpla el periodo de inactividad indispensable para ser candidato de nuevo.
Segunda etapa en Indy
La llegada de Philip Rivers a Indianapolis no es casualidad, el veterano mariscal de campo jugó en 2020 en dicha franquicia y parecía que justo ahí había sido el final de su carrera, sin embargo, los lazos que Rivers hizo con los Colts fueron los suficientemente fuertes como para postergar su ingreso al Salón de la Fama.
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