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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Antonio Mohamed: favorito

2019-10-13 | Luis García
LUIS GARCíA
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En el mundo de la pelota tengo escasas debilidades, y tú eres una de ellas. Desde aquella época hace varios lustros en donde jugamos de oponentes, pasando por nuestra corta pero colorida relación laboral en Monarcas Morelia, cuando fuiste entrenador en jefe del club, terminando por las ocasiones que nos hemos podido sentar a charlar, en su mayoría entrevistas relajadas salpicadas de tu gran humor y buena energía, celebro cuando las cosas te caminan bien, cosa que es bastante común.

Hoy estás de regreso con tus Rayados, con tu Monterrey, en un momento crítico para la organización, situación que te favorece, ya que contigo peor no estarán. De entrada estoy cierto que el equipo está en muy buenas manos, tu largo historial nos habla y nos dicta que eres un hombre con múltiples recursos para ejercer de manera casi impoluta la gestión deportiva.

Sitio por el que te cruzas, frecuentemente se topa con el éxito, que no significa en exclusiva ganar títulos, significa que se vuelven mejores en todos los sentidos, que dan un paso hacia adelante, que suben un escalafón. Contigo así va la cosa, haces mejor lo que tocas, lo engrandeces. Será tu segunda etapa con los regiomontanos; creo que cuando prescindes de alguien, volverlo a contratar resulta confuso, y pasa mucho en el futbol mexicano.

Contigo no pasa lo anterior, tú eres una excepción a estas extrañas prácticas en el deporte del balón, ya que saliste de Monterrey, entre otras circunstancias, por perder Finales, nada más, perder Finales. Se dice fácil, carajo; para ganarlas o perderlas hay que llegar a ese espinoso trance, y tú lo haces con tal constancia que asusta.

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Tu pasada gestión con los Rayados fue extraordinaria, fue mayúscula. Reducirla a señalar que no fue exitosa porque no levantaste un trofeo de Liga MX me parece simplista y torpe. Los proyectos deportivos en el futbol nacional, en su mayoría; existen clubes que no lo hacen así. Pachuca es el ejemplo perfecto de cómo se planea sin prisa ni locura, se van construyendo bajo decisiones por presión o por premura y, por ende, van cambiando de rumbo con tal rapidez que consolidar un proceso resulta un sueño utópico.

El actual caso de Monterrey no es diferente. Necesitaban con urgencia a un cabecilla, a un entrenador y a un rimbombante personaje para que la afición, que en estos momentos se siente agraviada por el paupérrimo rendimiento, calme su furor, y contigo lo encontraron. Tienes un buen vínculo con la entidad, jugaste ahí y ya lo dirigiste con bien.

Tienes las espaldas tan anchas que cualquier crítica o cuestionamiento por tu vuelta -que las ha habido, y las cuales son válidas y necesariasno te lastiman un ápice, y lastiman aún menos a tus futbolistas; eres un natural protector de tu manada. Y eres un ganador nato, te has subido al escalón más alto del podio con disímiles instituciones, eres un nómada lindo, sabes adaptarte a las diversas circunstancias y escenarios sin mediar mayor esfuerzo.

Me gusta mucho que estés de regreso, que estés feliz, que estés en un paraje con enorme potencial para la mejora, insisto, tengo una extraña debilidad por ti, la cual me encanta presumir. Bienvenido, querido Turco, a la distancia gozaré y gozaremos tus victorias.

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