El mejor club del mundo

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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Ya no hay duda. El FC Barcelona se coronó en el Nissan Stadium de Yokohama como el equipo número uno del futbol. Lo hizo con una solidez espectacular. Ganó los dos partidos por tres goles y no recibió ni un solo tanto. No es un año. El Barça lleva una década al frente. Desde que Messi debutó con el primer equipo, los blaugrana se han mostrado imparables. Lo fueron con Rijkaard de entrenador y Ronaldinho como estrella. También con Guardiola y un Messi estratosférico y ahora con Luis Enrique y, posiblemente, la mejor delantera del mundo, un tridente, en el que Luis Suárez, el delantero centro, marcó cinco goles en dos partidos.

Poca broma

El Barça llegó muy concentrado a Japón. Jugó muy serio en Yokohama. Fue el equipo de las grandes citas. Los jugadores se habían conjurado en ganar este título y colgarse durante un año el símbolo que reza que es el equipo mejor del mundo. Ya llevan el distintivo que los otorga ser el campeón de Europa y otro por las cinco Champions conquistadas. Faltaba el parche del Mundial. Ya lo tienen.

No fue tan fácil como parece, pero sí que dejó claro, de alguna forma, que este equipo es hoy por hoy superior a los mejores conjuntos del resto del mundo. En la balanza histórica del futbol sudamericano y el europeo, seguramente, estaría por encima el que representó el FC Barcelona. Las grandes Ligas como la Premier, la española, la italiana o la alemana marcan las diferencias. Son campeonatos muy exigentes. Hay excelentes jugadores en todo el mundo. Todos los clubes europeos tienen, por ejemplo, a extraordinarios futbolistas sudamericanos, pero el producto genérico, no el individualizado, de los campeonatos ha acabado por ser más atractivo en Europa, aunque haya Ligas de gran nivel en todo el mundo.

Mucho futbol

El estilo del FC Barcelona ha vuelto a marcar este Mundial. El Barça jugó al futbol, en su aspecto básico, como en el 2009 o como en el 2006. Los chavales de las escuelas japonesas que se dieron cita en la Gran Final pudieron comprobar in situ que lo que les enseñan es cierto. Que el futbol, a través de la posesión, presión en mediocampo y control del juego, es triunfador. Que vale la pena salir con el balón jugado y no dar excesivos pelotazos para cruzar líneas.

Messi pudo jugar finalmente el último partido, tras superar el doloroso cólico nefrítico que padeció y volvió a ser decisivo. No fue el mejor, pero marcó el primer gol y tuvo a raya siempre a la defensa y media de River. La afición del club argentino acabó enfadada con el número uno y Leo tuvo un incidente con un aficionado en el aeropuerto de Tokio a la salida del avión. Varios hinchas de River no aceptaron de buen grado la derrota. No les gustó la superioridad blaugrana y mostraron una cara agresiva poco acorde con los valores que deberían visualizarse  en un acontecimiento de esta altura. Otros dieron un ejemplo de apoyo al club, viajando más de 30 horas para presenciar la gran final. Alrededor de 20 mil fans de River animaron al equipo en el Nissan Stadium.

Leo fue decisivo porque siempre el más difícil es el primer gol, pero en Japón emergió un sensacional Piqué, un elegante  Busquets, un cerebral Iniesta y un espectacular Neymar. El Barça fue un equipo. Unido y motivado, este bloque es muy difícil de vencer.

El FC Barcelona de Rosell, primero, y de Bartomeu, después, ha sabido hacer los deberes de la renovación. Hoy el club blaugrana posee una plantilla fuerte y con recorrido, que puede consolidar un gran ciclo futbolístico, como lo hizo ya en otros momentos de esta década.