Las avenidas más emblemáticas de la Ciudad de México están cambiando de rostro. Las palmeras que durante décadas formaron parte del paisaje urbano comenzaron a ser retiradas como parte del Programa Integral de Atención a las Palmeras, implementado por el gobierno capitalino ante una emergencia fitosanitaria que afecta a miles de ejemplares.
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), la ciudad cuenta con alrededor de 15 mil palmeras, principalmente de la especie canaria, pero cerca de 9 mil presentan daños severos o están muertas. Las autoridades detectaron la presencia de hongos y fitoplasmas que debilitan los troncos, además de problemas de adaptación al clima y al suelo de la capital.

Un retiro necesario para evitar riesgos
El retiro se realiza en distintas avenidas y colonias, principalmente en Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo. En zonas como Del Valle y Narvarte se han visto cuadrillas retirando los troncos secos y trasladándolos en camiones especiales. Las palmeras enfermas representan un riesgo para peatones y automovilistas, ya que pueden caer por los vientos o las lluvias intensas, por lo que el operativo es preventivo y busca reducir accidentes.
Las autoridades capitalinas explicaron que el retiro no significa una tala indiscriminada, sino una medida de seguridad acompañada de un plan de reforestación. El objetivo es sustituir las especies afectadas por árboles nativos que se adapten mejor a las condiciones locales y contribuyan a la recuperación ambiental de la ciudad.

Árboles nativos sustituirán a las palmeras
Durante esta primera etapa, el gobierno prevé retirar al menos mil 500 palmeras en mal estado antes de que termine 2025. En su lugar se plantarán especies nativas como tejocote, duraznillo, arrayán y olmo mexicano, árboles que ofrecen mayor sombra, ayudan a regular la temperatura y fortalecen la biodiversidad urbana.
La madera de las palmeras retiradas será reutilizada para la fabricación de mobiliario urbano y otros proyectos sostenibles, evitando el desperdicio de materiales. Además, Sedema implementará un programa de monitoreo permanente para dar mantenimiento a los ejemplares que permanezcan en pie y garantizar su conservación.

Un cambio urbano con enfoque ambiental
El retiro de las palmeras marca una transformación importante en el paisaje de la CDMX. Estas especies, que fueron introducidas hace más de siete décadas como símbolo de modernidad, hoy dan paso a un nuevo modelo de vegetación más sostenible y adaptado al entorno.
El gobierno capitalino busca con esta medida reducir riesgos, mejorar la calidad del aire y promover una ciudad más verde y segura. Aunque para muchos capitalinos será difícil despedirse de un símbolo histórico, la sustitución de las palmeras por árboles nativos representa un paso hacia un futuro urbano más resiliente y ecológico.





