Un nuevo estudio internacional advierte que infecciones respiratorias comunes, como la gripe o el COVID-19, podrían favorecer la reactivación de células cancerosas dormidas y propiciar la aparición de metástasis en pacientes que ya superaron un tumor.
La investigación, publicada en la revista Nature Communications, fue liderada por especialistas de la Universidad de Yale y el Instituto Francis Crick de Londres. Los hallazgos sugieren que la inflamación provocada por estos virus genera un entorno propicio para que células tumorales latentes retomen su crecimiento y se diseminen a otros órganos.

Impacto en cáncer de mama y otros tumores
El equipo científico centró su análisis en modelos animales y muestras humanas relacionadas con cáncer de mama, aunque advierte que el fenómeno podría darse en otros tipos de cáncer. Según el informe, las infecciones respiratorias pueden alterar el sistema inmune y activar señales moleculares que “despiertan” células malignas previamente inactivas.
"Nuestros datos muestran que la respuesta inflamatoria generada por virus como la gripe o el SARS-CoV-2 puede crear las condiciones necesarias para que células cancerosas latentes inicien un proceso de metástasis", explicaron los investigadores.
Riesgo para sobrevivientes de cáncer
Si bien los autores señalan que no todas las personas sobrevivientes de cáncer se verán afectadas, recomiendan un seguimiento más estrecho en quienes tienen antecedentes de tumores con riesgo de recurrencia.

El estudio no busca alarmar a la población, sino abrir nuevas líneas de investigación para prevenir la reactivación de células tumorales tras infecciones comunes. “El objetivo es comprender mejor los mecanismos y diseñar estrategias que reduzcan este riesgo en pacientes vulnerables”, añadieron los especialistas.
Una oportunidad para la prevención
El hallazgo también subraya la importancia de la vacunación contra la gripe y el COVID-19 en personas con antecedentes oncológicos, como medida preventiva frente a posibles complicaciones.
Los investigadores recalcan que este descubrimiento no significa que la gripe o el COVID-19 causen cáncer, sino que pueden actuar como detonantes en casos muy específicos en los que células cancerosas permanecen latentes.
