REDACCIÓN RÉCORD
Todo fue fiesta y alegría durante julio y agosto de 2011 en Colombia. El mundial Sub-20 se celebró con gran éxito y mostró al mundo una cara de ese país poco conocida para el resto del planeta: la seguridad reinó durante el evento, la algarabía se respiró en cada rincón y se reportó salgo blanco al final de la justa. Sin embargo, se han encontrado algunas irregularidades en el gasto que se hizo para llevar a cabo el torneo.
En los últimos días, se han dado a conocer en el país cafetalero gastos ';inusuales';, el más curioso, el pago a un chamán que se encargaría de evitar que lloviera en la ceremonia de clausura del evento, lo que ha llevado a la contraloría de Bogotá a sospechar que existan otros contratos por servicios ';peculiares';.
Jorge Elías González Vásquez firmó un contrato por la cantidad de 3,931,082 pesos colombianos, equivalentes a 28 mil 700 pesos mexicanos, y recibió además un millón (7,300 pesos mexicanos) de viáticos por 20 días. ¿Su trabajo? Evitar que la lluvia echara a perder el espectáculo de clausura la noche del 20 de agosto en el estadio Campín de Bogotá.
Lo más donoso es que el servicio de González Vásquez fue recomendado por los responsables de montar el espectáculo para la ceremonia de clausura.
Ana Marta de Pizarro, directora del Festival Iberoamericano de Teatro y parte del equipo de producción, comenta que "si llueve, el evento no se habría podido realizar", excusando así la necesidad de pagar un servicio como el que ofrece el chamán. Incluso, De Pizarro, aseguró que esa no fue la primera vez que trabajó con González Vásquez.
"Es una forma distinta de aproximación a la naturaleza desde las comunidades tradicionales, y desde esa óptica se trabaja con él. No llovió en la ceremonia, fue un éxito y lo volveré a contratar cuando lo necesite", agregó.




