REDACCIÓN RÉCORD
El 12 de marzo, Carles Puyol pudo haber jugado su último partido con la camiseta del Barcelona. Aquel día, el de la remontada en el Camp Nou por la Champions League versus el Milan, el otrora capitán protagonizó un rol secundario al venir desde la banca cuando la eliminatoria ya estaba prácticamente sentenciada.
A partir de ese momento, el español no ha vuelto a ver acción en la alineación del entrenador Tito Vilanova en ningún torneo debido a una lesión en la rodilla derecha. De hecho precisó de una operación que lo alejó de las canchas por unas seis semanas.
Sin embargo, previo a su dolencia, ya no contaba tanto ni para Vilanova ni el técnico interino Jordi Roura. En la temporada actual, nueve ocasiones se quedó entre los suplentes y en otras cuatro entró luego de estar en la banca.
Además, el jugador de 35 años tampoco ha comparecido ante los medios de comunicación, situación que ha levantado las sospechas de estos en torno a su continuidad con el club pese a haber renovado recientemente hasta mediados del 2016.
Conforme al programa ';La Portería’, de Barcelona Televisió (Btv), el defensa seguiría su trayectoria en otro país: concretamente, en la Serie A italiana. Milan sería el equipo interesado en sus servicios.
En los Rossoneri, cabe recordar, militó su ídolo confeso de la infancia: Paolo Maldini, quien hizo toda su carrera ahí a lo largo de 25 años. El nuevo contrato de Puyo fijó su cláusula de rescisión en 10 millones de euros, una cantidad que se ajusta al presupuesto de la directiva encabezada por Silvio Berlusconi.
Puyol llegaría a cubrir las salidas de Mario Yepes, quien ya no renovará, y probablemente la del también colombiano Cristian Zapata, quien regresaría a Villarreal si el Submarino Amarillo —donde milita el mexicano Javier Aquino— logra el ascenso a la Primera División española.




