Polémica inspección de FIA

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CÉSAR HERRERA

Aunque apegada al Reglamento Técnico de la Fórmula Uno, la descalificación de los autos Sauber de Sergio Pérez y Kamui Kobayashi del Gran Premio de Australia, el fin de semana pasado, tiene espacio para la polémica.

Una presunta ‘irregularidad’ en las inspecciones que realizó la Delegación Técnica de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) abre la puerta para la especulación y las dudas: el monoplaza de Kobayashi, marcado con el número 16, fue revisado tras la sesión clasificatoria, el sábado 26 de marzo, un día antes de la carrera, y no le fue señalada infracción alguna.

Vale recordar que Checo y Kamui, séptimo y octavo lugar, respectivamente, fueron excluidos de la lista final de resultados de la priemra carrera del calendario 2011 de la Fórmula Uno porque el alerón trasero de sus monoplazas incumplía las medidas reglamentarias.

En documentos disponibles al público en el sitio web de la FIA, el organismo detalla que tras la calificación, los autos que se ubicaron en el Top 10 de la parrilla –incluido el de Kobayashi, que se clasificó noveno– fueron pesados y revisados en casi la totalidad de su chasis –por supuesto, el alerón trasero fue inspeccionado–.

La página de internet ‘F1 al Día’ reportó ayer este caso, que lanza al aire las siguientes preguntas: ¿por qué el Sauber C30 número 16 pasó la revisión del sábado? ¿Qué clase de inspección se le hizo al auto de Kobayashi, que no se detectó la irregularidad en su alerón trasero?

Como es ya bien conocido, un par de horas después de finalizado el Gran Preio de Australia, los Sauber fueron descalificados. Esa noche, la Delegación Técnica de la Fedaración Internacional de Automovilismo revisó los autos que se ubicaron en los primeros 10 lugares de la prueba; los 16 y 17 (Kobayashi y Pérez, respectivamente) no libraron la medición que se hizo a una sección del alerón trasero, cuyo radio de curvatura era menor a los 100 milímetros establecidos.

La decisión del equipo propiedad de Peter Sauber fue no apelar la decisión de los comisarios de la carrera, sin embargo, deja en claro, de forma tácita, que los autos sí incumplieron el reglamento. James Key, director técnico del equipo, aseguró que la infracción nunca fue "intencional” y que tampoco representó una "ventaja” en el rendimiento de los monoplazas.