Vibró el Sambódromo

Mexicanos apoyan a Alejandra Valencia en el Sambódromo
Mexicanos apoyan a Alejandra Valencia en el Sambódromo | @JOCELINFLORES

Un honroso cuarto lugar que emocionó, puso a temblar a los coreanos e hizo estallar el Sambódromo.

Así se vivió ayer la competencia de la mexicana Alejandra Valencia en tiro con arco femenil en la sede de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Quizás en México algunas personas no valoren el resultado de la sonorense, quien al no ser favorita para subir al podio se impuso en los Cuartos de Final a la ranqueada número uno del mundo y acarició la medalla de bronce.

Pero en el certamen la mexicana fue reconocida y aplaudida por el principal rival: los coreanos.

Quienes estuvimos aquí también vibramos, no sólo porque la primera medalla para el país podía caer, sino porque da orgullo ser testigo de la entrega de un compatriota fuera de casa.

Ningún deportista entrena para perder. Todos los que van a la competencia más importante de su vida se prepararon para el mismo objetivo.

A veces, simplemente, las cosas no se dan. ¿Por qué? Ni los mismos deportistas saben la respuesta.

¿Los deportistas mexicanos están obligados a ganar una medalla olímpica, porque se invierte mucho dinero proveniente del gobierno en ellos? No.

Ese dinero, en ocasiones, ni siquiera llega a ellos para su preparación o fogueo. Las federaciones deportivas utilizan y destinan el dinero de acuerdo a sus intereses y proyecciones.

Los seleccionados mexicanos tienen un compromiso con ellos mismos para poner en alto el nombre del país, que es diferente.

Ni siquiera las autoridades mexicanas pueden exigir un podio cuando no se tiene un proyecto del deporte nacional.

Ser la cuarta mejor arquera del mundo es un resultado que no cualquiera alcanza y en el análisis frío es meritorio.