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Opinión

Alejandro Molina Bortoni

Experto en psicología y desarrollo humano que trabajó con la Selección Mexicana durante el proceso de Ricardo La Volpe. Molina llevará los lectores todo lo relacionado a la psicología y el deporte.

¡Ni el mejor del mundo puede solo!

2024-04-11 | Dr. Alejandro Molina Bortoni
DR. ALEJANDRO MOLINA BORTONI
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Messi y su equipo, el Inter Miami, fueron derrotados por el Monterrey en los Cuartos de Final Concacaf Champions con un amplio marcador global de 5-2. El tema ha sido discutido ya en todos los medios. Independientemente del desempeño de Messi, su equipo decepcionó. Se observó un grupo desequilibrado, descoordinado, desarticulado. La presencia de Messi no fue un diferenciador. Se percibió desorientado y con bajo nivel de juego. Su genialidad no fue suficiente.

No quiero hacer leña del árbol caído, quiero aprovechar este momento como evidencia para volver a enfatizar la fuerza que tiene el equipo sobre el individuo. Puede parecer obvio, más no lo es en realidad. Todavía hay muchos equipos en los que los más talentosos gozan de privilegios o que la estrategia de éxito se basa en ellos. En realidad, es en la fortaleza del equipo que debe buscarse la solución a los retos, la obtención de resultados y establecer las bases del proyecto a futuro.

El concepto de la sinergia de equipo es fundamental. Cuando todos aportamos lo mejor de nosotros, el resultado es exponencial; ya no es una suma, es una multiplicación. El equipo no puede apostar a que el factor de éxito se basará en una o dos personas con excelentes atributos. 

Incluso me atrevo a recomendar que, cuando el mejor elemento es tóxico para el equipo, se debe prescindir de él. Genera mal ambiente, sinergia negativa y saca lo peor de los demás. Insisto, si la presencia de una persona que en lo personal tiene un gran desempeño, pero hace que los demás no den su mejor versión, sale muy caro, se desaprovechan los recursos de los demás y no es sostenible en el largo plazo. La sinergia negativa aparece en estos casos. La presencia de una persona puede restar exponencialmente, ya que genera desinterés en los demás y falta de compromiso.

Dejemos atrás las ideas de que teniendo uno o dos jugadores extraordinarios lograremos el éxito. Si no hay equipo que apoye, soporte y aporte las bases para el desempeño de los mejores, no hay manera de lograr el resultado esperado. Así lo vimos con Messi, que se vio impotente y que no tenía cómo mostrar su talento. 

Estimados lectores y lectoras, podemos valorar a las estrellas del equipo, pero no perdamos de vista que lo más importante es el colectivo, centremos nuestros esfuerzos en fortalecer al equipo, en aprovechar el talento de cada uno. Puede sonar muy trillado, pero la realidad es que es muy común observar esta falta de perspectiva. Nunca debemos centrar la estrategia de éxito en función de unos pocos, sino el establecimiento de un equipo integrado, coordinado y con ambiciones en común.

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.

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