El que uno de los hombres más ricos del mundo apoye a deportistas, no sólo en activo sino ya retirados, habla de una calidad humana de excelencia.
Sus inicios
El ingeniero Slim heredó de su padre, un hombre que llegó a nuestro México a principios de 1900, el gusto por ahorrar y tres principios fundamentales: vocación, talento y trabajo. Y créame que en su éxito se reflejan. Si nosotros hacemos el ejercicio de lo que consumimos en un día, mínimo el 50% tiene que ver con este hombre de negocios, muchas veces amado y otras odiado, pero siempre respetado por su amor al deporte nacional.
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