Cuesta creerlo

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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Sí, porque hace un lustro hablar de un nuevo Gran Premio de México era algo fuera de proporción, algo inalcanzable, un sueño. Y menos en el Hermanos Rodríguez, una instalación en decadencia, obsoleta, cuyo principal uso era ser el estacionamiento del Foro Sol.

Pero las cosas, las situaciones, como bien saben, no son para siempre. Sí, se debieron alinear todos los factores (que tardaron dos décadas, pero lo hicieron) y finalmente, henos aquí, con un autódromo rejuvenecido, exultante, que ya no palidece ante los monstruos construidos en la época reciente en la exótica Asia o el pujante Medio Oriente.

Caminar por el paddock es una experiencia única en su género. Avanzas esquivando a los equipos de TV de la BBC inglesa o SKY Italia, cruzas saludo con Esteban Gutiérrez para encontrarte de frente con Bernie Ecclestone y Nigel Mansell, mientras a un costado el staff de Pirelli alista las llantas del fin de semana.  

Es el circo en pleno. La gran carpa itinerante que ha vuelto a México. No, no es Melbourne, tampoco Barcelona ni Bahrein. Es la Ciudad Deportiva en la Magdalena Mixiuhca. Un mundo dentro de otro.

Desde este momento, el GP de México entra en una nueva fase. La primera y más complicada fue volver al calendario; ahora la segunda, para nada sencilla, es afianzarse, seducir al circo, que tenga claro que debe volver sí o sí. En esta ecuación entra definitivamente el público que llenará los 100 mil asientos del circuito cada día. No puede haber una carrera próspera sin una audiencia que la soporte.

A ti que vienes a la F1 este fin de semana, disfrútala, es un espectáculo de primerísma línea, desquita cada peso de los muchos que pagaste y ten en cuenta que la personalidad que este Gran Premio busca, nacerá desde las tribunas.

Hoy, a primera hora, con los autos sobre la pista, tal vez sea más fácil asimilar de una vez por todas que la F1, el circo, el mundo dentro de otro mundo, está de regreso cuando hace no mucho parecía imposible. Que no sea un espejismo.