La historia era macabra por todos lados, pero al final las ideas entraron por ósmosis y Guadalajara podría limpiar el orgullo, metiéndose por la ventana a las Finales. El destino es propio y no depende de algoritmos imposibles. Juego bravo el que sostuvo en Pachuca contra uno de los candidatos naturales al título, por forma y fondo. Hoy, porque en el futbol mexicano los vientos cambian constantemente de dirección, los dirigidos por Almeyda, e incluso el propio entrenador, respaldan ligeramente sus papeles de presentación. Es decir, no son en el papel el mejor plantel del balompié nacional, pero tampoco eran el cuadro que se arrastraba con dramatismo por la cornisa del descenso.
Chivas recibe a Dorados y cierra en Torreón, si bien es cierto que ganar una quiniela en México es tan complejo como vender hielo en la Antártida, se antoja que como mínimo aspire a tres puntos de los seis que le quedan, situación que lo acomodaría en 25 unidades, la media básica histórica para entrar como octavo a las Finales. El asunto de la tabla de cocientes no dejará de ser un tópico de análisis para las próximas campañas; sin embargo, éste por fin no será el tema central de sus conversaciones.
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