Desde Nuevo León resurgió la tendencia ganadora del futbol mexicano, y es que mientras Tigres se consagró gracias a su enorme pegada millonaria y plantel suficiente, el que más lo sufrió por encima de cualquier otro equipo fue el Monterrey; un club que también en su momento supo ‘sobrar’ a su archienemigo deportivo y gozó de los reflectores nacionales. Con la sangre en el ojo, los Rayados bebieron la rabia de sentirse abrumados por el ‘bouquet’ francés de los de San Nicolás y tuvieron paciencia hasta hacer brotar el mejor aroma del café colombiano.
Antonio Mohamed sintió murmullo de una grada tan apasionada, como desesperada por obtener resultados que les hicieran sacar pecho los lunes en la oficina. Caminando sin zapatos, la vieja Pandilla del norte recuperó su lugar en la región y un sitio de privilegio, el que más, en la tabla de protagonistas.
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