Las repercusiones de aquella lluviosa y dramática noche en el barrio de Santa Úrsula siguen, en parte, vigentes en la vida de cada uno de estos dos ‘grandes’ clubes del futbol mexicano.
A partir de aquella épica jornada, las cosas fueron diferentes en el América y a partir de esa catastrófica velada, las cosas empeoraron en Cruz Azul.
Algunas heridas de la batalla siguen presentes en ambos, siguen doliendo, siguen alterando pasiones y provocando recuerdos.
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