En el frío y nublado atardecer del sábado de la ‘nueva’ Ciudad de México descollaba el grito: “¡Azul…! ¡Azul…! ¡Azul…!”. Y no eran muchos, pero sí los suficientes para alentar una esperanza alrededor de un club de futbol ‘grande’, con o sin las comillas para lo de ‘grande’, que ha faltado a uno de sus principales preceptos de la última época: Ganar y protagonizar campeonatos.
Cruz Azul había jugado mucho mejor en la segunda y tercera fecha del campeonato, pero tenía ante sí una prueba maravillosa para convencernos de que ha tomado un camino correcto en búsqueda de su ansiada recuperación. Con un hombre menos en la cancha que su rival, la expulsión del veterano Maza Rodríguez, que sin duda condicionó desde muy temprano el juego, el equipo mostró argumentos futbolísticos y lo que supone ser aún más trascendente, argumentos morales para regresar desde la adversidad y ganar su primer partido del torneo.
Si quieres leer la columna completa adquiere tu RÉCORD en tu puesto de periódicos o suscríbete a la edición digital dando clic en la imagen de abajo.
