La lucha libre es sinónimo de alegría, fiesta, cultura, de un espectáculo en donde las máscaras, las llaves, los lances y obviamente los luchadores cargan con el papel protagónico, pero una vez que el público se va, las arenas cierran y los gladiadores se quitan la tapa, viene la otra lucha, la del día a día en la que esos hombres y mujeres que vemos los fines de semana como seres invencibles, deben enfrentarse a la rudeza de trabajar en otro oficio para sobrevivir.
Esta reflexión es a propósito de la trágica noticia que sacudió a la lucha libre el pasado fin de semana, cuando la noche del sábado 9 de noviembre fue asesinado de varios disparos con arma de fuego el gladiador poblano Roy Calavera, mientras atendía su negocio callejero de 'micheladas'.
Muchos seguramente ya leyeron la noticia, aquí en RÉCORD, en cualquier otra página o mediante redes sociales; sin embargo, si ya de por sí es triste el hecho, prepárense para que les cuente la desgarradora historia que hay detrás de la muerte de quien en vida respondía al nombre de Rogelio Vázquez Briones.
Con más de 10 años como luchador profesional, me cuentan personas cercanas al fallecido Roy Calavera que combinaba su pasión por la lucha libre con el oficio de camionero que heredó de su padre, mediante el cual desde los 16 años empezó a ganarse la vida manejando camiones de carga por varios estados de la República Mexicana.
Con trabajo, esfuerzo y mucho sacrificio por varios años, este gladiador y trailero logró hacerse de su camión de carga con el que trabajaba llevando y trayendo cosas, cumpliendo así dos de los sueños que tenía desde niño: ser luchador y camionero. ¿Qué más podía pedir?
Sin embargo, la maldita delincuencia, esa que es el pan de todos los días en este bendito país, le ganó una primera caída cuando a finales del pasado mes de septiembre un grupo de ladrones le robó su camión en el estado de Guerrero.
Como todo un luchador, Roy Calavera no se rindió y pese a que ya no tenía el medio de transporte que representaba su principal fuente de ingresos, decidió sacar adelante a su familia combinando la lucha libre ahora con un nuevo emprendimiento, un puesto callejero donde vendía cervezas preparadas, ubicado en la calle 107 Poniente y 7 Sur, de la colonia Popular Coatepec, en Puebla.
Pero nuevamente la delincuencia apareció en su camino para ganarle otra caída y ahora sí rendirlo definitivamente, pues el pasado sábado 9 de noviembre por la noche dos hombres armados llegaron hasta el puesto callejero de Roy Calavera para, sin mediar palabra, asesinarlo de al menos cinco balazos; su cuerpo, ya sin vida, quedó tendido en la banqueta, justo afuera de una tienda de conveniencia que estaba frente a su negocio y en donde intentó refugiarse sin éxito.
¿La razón? El dichoso 'cobro de piso', que consiste en pagar una cuota semanal o diaria a un grupo del crimen organizado para que te deje trabajar en paz. El luchador, que me cuentan llevaba por mucho dos semanas trabajando en su puesto callejero de 'micheladas', se negó a pagar, directo como era él les dijo: "háganle como quieran", no dejándose intimidar por las amenazas previas, pero en consecuencia, lamentablemente estos malditos le arrebataron la vida para mandarlo anticipadamente a la Arena Celestial.
Roy Calavera murió a los 40 años de edad, se quedó a sólo unos días de celebrar un cumpleaños más el próximo 25 de noviembre, pero lo peor fue que dejó una familia, una esposa que lo acompañaba a todas sus luchas y las grababa para transmitirlas por redes sociales porque era su fan número uno; también dejó un hijo de tan sólo 13 años, al que le inculcó la pasión por la lucha libre y lo llevaba a entrenar con él, e incluso a veces lo subía al cuadrilátero a luchar. Y por último dejó una inmensa tristeza entre sus compañeros de lucha libre, quienes lo califican como "un gran compañero y mejor padre de familia".
UNA ATERRADORA COINCIDENCIA
Ya por último, les dejo uno de esos datitos escalofriantes. Entre mayo y noviembre de 2024, ser luchador o practicar un arte marcial en Puebla es considerado un deporte extremo, ya que en ese lapso de tiempo han sido asesinadas cuatro personas que se dedicaban a esto.
El 21 de mayo pasado en la Central de Abastos de Puebla fue asesinado Yonathan, quien como luchador le daba vida al personaje de Rey Komodo. El joven fue apuñalado por un compañero, en lo que se trató de un crimen pasional.
Luego, el 27 de junio, un peleador de artes marciales mixtas, identificado como Martín, fue asesinado de varios disparos de arma de fuego por un grupo de "amigos", con quienes se iba a reunir para pactar una pelea; al momento de su muerte iba acompañado de su esposa y un pequeño hijo.
Y finalmente, el pasado 28 de octubre, otro peleador de MMA fue asesinado en Puebla. En este caso, la víctima se trató de Daniel Rico Vega, alias 'Danger', quien después de una discusión con unos tipos, estos regresaron para matarlo de varios balazos junto a su primo.
Aunque no hay relación entre ninguno de los cuatro casos, tanto Roy Calavera, como Rey Komodo, Martín y 'Danger', además de practicar un deporte de contacto como la lucha libre o las artes marciales mixtas, también se ganaban la vida en oficios relacionados al comercio, ya sea en mercados o tianguis. ¿Qué coincidencia, no?
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