El 19 de marzo cuando el Pachuca destrozó al Veracruz goleándolo 6-0 en el Estadio Hidalgo no fue únicamente alarmante el resultado, sino que existió un hecho que debe revisarse a fondo por las autoridades del futbol mexicano.
Donar un porcentaje de la taquilla a la familia del árbitro Juan Genaro Medrano que falleció dos días antes de ese partido, puede tomarse como un acto de humanidad por parte del Grupo Pachuca, pero también se puede malinterpretar, entenderse como una acción corrupta que cumpla el objetivo de echarse al gremio de su lado. Si le permite la Liga MX hacer eso, entonces no resultará extraño que, por ejemplo, el América por medio de Fundación Televisa le compré seguros de vida a los silbantes o que Fundación Telmex le ayude a la Comisión de Arbitraje con los seguros de viaje, por mencionar solamente lo que una ocurrencia se puede venir a la mente maquiavélica de algún directivo.
Deben ser transparentes y contundentes en los reglamentos de la Liga MX, no hacer cosas buenas que parezcan malas y evitar cualquier tipo de interpretación sobre una ‘ayuda’ de este tipo, una delgada línea entre lo correcto e incorrecto.
Si quieres leer la columna completa adquiere tu RÉCORD en tu puesto de periódicos o suscríbete a la edición digital dando clic en la imagen de abajo.
