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Opinión

Ignacio Suárez

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Memo Ochoa, Premier League: Sueño Frustrado

2021-04-28 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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Es frecuente en los últimos meses que en redes sociales se polemice sobre si Memo Ochoa es o no, el mejor arquero en la historia del futbol mexicano. Generalmente el debate se reduce a la pelea entre éste y otro portero de características contrastantes: Jorge Campos.

Uno fue un adelantado, un mago con el balón en los pies, folclórico, que tenía como hábitat toda el área, incluso mucho más allá de ella. Otro un atajador impresionante bajo los tres palos. Los fanáticos de Memo Ochoa esgrimen como argumento para señalarlo como el mejor al hecho de que ha sido el único arquero mexicano capaz de poder hacer carrera en Europa. Sus detractores le echan en cara, que a pesar de ello siempre estuvo en equipos del montón.

Ambas tesis tienen su razón de ser, sin embargo, este escrito no tiene como finalidad debatir quién es, fue o será el mejor arquero mexicano de todos los tiempos. La intención de esta columna es relatar episodios poco conocidos que sucedieron en la carrera de Memo Ochoa y que pudieron cambiar el rumbo de su brillante historia.

Todo comenzó en el 2010. El Fulham se había convertido en la sensación de la Premier League, cuando sorpresivamente llegó a la Final de la UEFA Europa League enfrentando al Atlético de Madrid, quien con gol del uruguayo Diego Forlán en la prórroga los venció dos goles a uno. 

 

 

SALCIDO ABRIÓ LA PUERTA

Posterior a esta Final y y buscando reforzarse, el equipo inglés le gana la carrera al Manchester United y al PSG y por seis millones de euros se hace de los servicios de un codiciado Carlos Salcido, que brillaba en el PSV de Holanda. La adaptación de Salcido fue espectacular, se consolidó de inmediato como titular indiscutible y apareció con regularidad en el equipo ideal de la Premier League.

La campaña de Salcido es tan espectacular que llama mucho la atención de Alistair Mackintosh, quien después de salir del Manchester City, había sido fichado como Manager General por el Fulham. El mexicano se había adaptado de maravilla ¿habría más jugadores mexicanos de ese nivel? Se preguntaba el dirigente inglés. Buscaba desde ese momento ya el reemplazo futuro del buen arquero australiano Mark Schwarzer, que a sus 38 años era el titular en ese momento.

Para responder a sus dudas, buscó al representante mexicano Juan Carlos Padilla y su padre del mismo nombre. Ellos conocían ese mercado, con ellos habían negociado la llegada de Nery Castillo al Manchester City proveniente del Shakhtar Donetsk de Ucrania. Eran amigos y sabía que ellos habían negociado de manera directa la llegada de Sven-Goran Eriksson cómo técnico a la Selección Mexicana, a quien tuvo también de entrenador años antes con el City. 

ERIKSSON LO RECOMENDÓ

Mackintosh se reunió con Padilla y le preguntó; ¿hay algún portero mexicano que pueda ser interesante y que se adapte como Salcido? La respuesta fue inmediata y segura; ¡Sin duda! Hay un chico de 25 años, se llama Guillermo Ochoa y juega para el América. No conforme con ello, el dirigente buscó una segunda opinión y preguntó personalmente a Sven-Goran Eriksson su opinión sobre el arquero mexicano a quien había dirigido en la Selección Mexicana y ratificó la recomendación. Memo Ochoa, era una gran opción y seguramente barato por ser arquero.

Tomó entonces una decisión: mandaría a Barry Simmonds, su mano derecha, su visor y reclutador estrella. Él y Padilla viajarían a México para ver si las maravillas que les habían contado sobre Memo Ochoa eran ciertas. Les tocó atestiguar la gran actuación del arquero de las Águilas en el Nemesio Diez. El América perdió en esa plaza como es costumbre, sin embargo, a pesar de la derrota 1-2 el guardameta había tenido una extraordinaria actuación. 

No hizo falta ver otro juego. Simmonds quedó convencido, le llamaron a Mackintosh, que a su vez ordenó a Juan Carlos Padilla que hiciera las negociaciones con el América para buscar adquirirlo. En aquel momento, en 2010, Michel Bauer era el presidente de los capitalinos y Yon De Luisa su hombre fuerte en las operaciones y administración. 

LA OFERTA POR OCHOA

Así lo hizo, se reunió con los directivos americanistas y con Greg Taylor, quien era el representante del jugador. Ellos fueron claros, si querían a Memo, tendría que existir sobre la mesa una carta de oferta formal por el arquero. Padilla les prometió conseguirla, la oferta inicial era por 1.2 millones de libras esterlinas, que al tipo de cambio de la época superaba los 33 millones de pesos. El dólar se cotizaba en 12.80 pesos.

La carta del Fulham, firmada por Mackintosh, llegó al América. Y vino el primer enfrentamiento. Yon De Luisa le dijo a Padilla que debían subir la oferta a 1.5 millones de libras esterlinas. Padilla reculó, pidió tiempo para negociar con el Fulham, “pero si aceptaban pagar la cifra solicitada, Ochoa es nuestro” les advirtió.

LA AMBICIÓN DEL AMÉRICA

Llegó una nueva carta del Fulham con la cifra de 1.5 millones de libras pactada de manera verbal. La respuesta escrita del América dejó a Mackintosh y a Padilla decepcionados y furiosos. América respondió que, para ceder los derechos federativos de Memo Ochoa, debían pagar ¡cuatro millones de libras! Era una locura de cifra, muy caro para ser arquero que ocuparía plaza de extranjero y que provenía de una liga sin cartel.

Solo para tener una referencia en los costos mencionaremos que el arquero de Costa Rica, Keylor Navas, en el 2011 fue vendido del Saprissa al Albacete de España por 600 mil dólares. La operación de la compraventa se paró de inmediato. El club inglés acusó de poco serio al equipo mexicano y empezó a buscar otras opciones para suplir a Mark Schwarzer.

Pero Ochoa quería ir sí o sí a Europa, era su sueño, por ello NO había renovado contrato con América. Greg Taylor, semanas después, buscó nuevamente a Padilla, le comentó la intención de Memo. Le advirtió que NO iba a ser nada fácil tocar la puerta nuevamente por la falta de seriedad mostrada, pero prometió intentarlo.

ÚLTIMO INTENTO

Para demostrar su buena voluntad y resarcir la molestia, Padilla les pidió que viajaran a Londres para entrevistarse directamente con la gente del Fulham y pidieron discreción. Sin embargo, la prensa los descubrió en el aeropuerto a Greg Tylor y Ochoa y su viaje se volvió noticia.  

Al llegar a las instalaciones del Fulham, Padilla se encontró con Carlos Salcido, quien le preguntó a Padilla si ya había arreglado a Ochoa. Le dijo que NO, pero que esperaba hacerlo y le pidió silencio y discreción. “Ni te preocupes, quién me va a preguntar, si ni siquiera hablo inglés” le respondió el zaguero tapatío con una sonrisa.

Por la noche hicieron una reservación en el lujoso y emblemático restaurante Langan´s de Londres, que ha recibido a gente muy importante, desde Frank Sinatra, Mohamed Ali, Lady Di o Jack Nicholson. Ahí, a la hora de la cena, y ahí entre el potted shrimps (un platillo típico de camarones a la mantequilla), pure de papa y vino de la casa, se sentaron a negociar. 

EL 'CHAPARRITO' MEMO

Ahí estaban el Manager General del Fulham, Alistair Mackintosh, el jefe de reclutamiento de jugadores Barry Simmonds, Greg Tylor, Guillermo Ochoa, Juan Carlos Padilla y su padre. La única duda, el único 'pero' por así decirlo sobre el potencial futuro de Memo Ochoa en la Premier era su estatura. A pesar de su 1.85, a los ingleses les parecía bajito comparado con el 1.96 del arquero australiano Mark Schwarzer

Ya con el balón de su lado, Mackintosh y el Fulham, le mandaron como respuesta a Bauer y De Luisa una sopa de su propio chocolate, cambiaron la jugada. Además, ya habían visto otras opciones. Ya no habría oferta de 1.5 por la venta, su postura era 500 mil libras por el préstamo y el pago de cuatro millones si se concretaba la opción de compra. A Memo y Greg les pareció adecuada, ¿y cómo no? Jugaría en la Premier League, en un equipo que había llegado a la Final de la UEFA.

MANOS VACÍAS

Pero NO contaban con que al regresar a México esa oferta fuera rechazada categóricamente por Yon De Luisa. Quinientos mil libras esterlinas de préstamo, con una opción de compra de cuatro les pareció ofensivo.

¿Qué sucedió seis meses después de esa cena en el Lugan´s? Fulham no insistió nunca más. Memo Ochoa decide irse a jugar al muy modesto equipo del Ajaccio de la liga francesa, con un salario menor. El América NO recibió un solo dólar con la partida del arquero.

El resto de esta crónica usted la conoce de sobra. ¿Hubiera sido diferente la vida futbolística de Memo Ochoa, si el América hubiera respetado el precio pactado con el Fulham? No lo sé, lo único de lo que estoy cierto es que me hubiera encantado ver al arquero jugar y brillar en la Premier League. Creo que, si eso hubiera sucedido, hoy la polémica sobre quién es, o fue mejor, sería mínima. ¿Usted qué piensa?

"La historia es la suma total de todas aquellas cosas que hubieran podido evitarse", Konrad Adenauer.

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