En todos los deportes siempre aparecen equipos que van ganando de poco a todo y se van convirtiendo en los líderes y muchas veces hasta se convierten en irremplazables.
Pensemos en el Real Madrid o Barcelona en España, en el Chelsea o Liverpool, en los Dodgers o Yankees o recientemente los Chiefs de Kansas City que por tercer año consecutivo llegan al Super Bowl.
Cada liga tiene a equipos grandes que se mantienen en la conversación porque sus instituciones invierten, buscan nuevos jugadores, entienden que el estadio y su ambiente debe de ser la oportunidad para cada fanático de gritarle a su equipo cada 15 días su pasión y el amor por la camiseta.
Y cada competición entiende que debe de tener una motivación para mejorarse, para cada torneo replantearse estrategia, objetivos y metas.
Nuestra Liga Femenil en México en sus primeros siete años de vida ya es tomada en cuenta a nivel mundial por el gran trabajo que han hecho sus directivos, pero también los clubes como Tigres, Rayadas, América y Chivas que han llevado al futbol femenil a todo el país y siguen atrayendo miradas de jugadoras y DT's extranjeros que quieren venir acá a trabajar.
Pero ¿qué pasa con los que no hacen mucho por sus equipos? Lo pregunto porque no sé si a usted le pase, pero existe un total desinterés por un partido entre equipos como Mazatlán, Puebla, León, Necaxa, Cruz Azul o Santos.
Mazatlán, por ejemplo, nunca ha terminado más arriba del lugar 13 de 18 equipos en la tabla general.
El Atlético de San Luis también ha dominado los últimos puestos, aunque en este Clausura 2025 comience en la cuarta posición, bien sabemos, sumará más derrotas.
Las Águilas del América continúan con su racha goleadora desde el año pasado, Pachuca y Monterrey se mantienen con el mismo ritmo. Chivas y Tigres vienen de abajo, pero será cuestión de fechas para que sean las mismas quienes ocupen los primeros cinco lugares.
Se reconoce el trabajo con el Club de Juárez que es de los pocos que se ha visto una mejora integral y que cada año hace su lucha por entrar en ese Top 5 de poderosas.
Pero estamos hablando de una constante de 5 o 6 equipos, contra 13 que han decidido flotar entre la mediocridad y el desinterés de sus directivos.
Quizá sería bonito ir planeando una multa fuerte a quienes no salgan del fondo, a quienes no sumen a una Liga que busca a toda costa crecer y ser de las mejores del mundo, y para eso todos tienen que caminar hacia el mismo objetivo.
Y esto lo digo desde las propias jugadoras en la cancha, sus DT's, pero también sus equipos de comunicación y marketing. Sus cuentas en redes sociales son pobres, no hay suficiente información de sus jugadoras, no planean cómo contar la historia de un equipo femenil que todos los días entrena y seguramente las chicas, ansían ganar.
El futbol es un todo, es un negocio, es un deporte, es un proyecto y 11 jugadoras nos regalan el más bello espectáculo cada semana. ¿Por qué dejarlas en el olvido y mantenerlas en la sombra de las que siempre tienen los reflectores?
Claro está que quienes tienen los reflectores se los han ganado desde el primer torneo en el 2017.
Ojalá sigamos hablando de las grandes, pero también de las que dan la sorpresa y les dan un ligero susto a las que siempre las ven indiferentes. Porque estamos a nada de caer en un ciclo de ver a solo 5, y entonces que se hable todavía menos de lo que sucede en el futbol femenil.
Estoy convencida de que hay miles de niñas que sueñan con ser futbolistas, y ellas deberían de ser también una motivación para cada club, ¡exíjanles!
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